martes, 21 de abril de 2020

Un día se desesperó, totalmente.


Un día se desesperó, totalmente. Resulta difícil de explicar, pero puede resumirse más o menos así: se desesperó porque comprendió que era imposible ver la totalidad de una cosa.

Lo descubrió de casualidad, una mañana, manipulando objetos sencillos. Una piedra, digamos, aunque como ejemplo sirve en realidad cualquier cosa.

Lo que descubrió entonces fue que hiciera lo que hiciera le era imposible mirar la totalidad de la piedra. Es decir, siempre había algún aspecto de ella que se escapaba a su vista. Podía verla de frente, de lado, por atrás, desde arriba… pero nunca verla en su totalidad, en un mismo momento.

En principio le pareció una cuestión menor, por supuesto, pero luego llegó a parecerle algo de suma importancia. Una revelación incluso, que lo hizo sentir un tanto absurdo, en primera instancia, y que siguió complicándolo a medida que descubría que no era algo exclusivo de la piedra, sino que con todas las cosas de la realidad le ocurría eso mismo.

Por otro lado, no era que las cosas estuvieran hechas para no ser vistas en su totalidad, sino que él mismo, pensó, estaba imposibilitado de poder hacerlo. Otra limitante en su diseño, sin duda, que le hacía imposible la comprensión de fenómenos no ya abstractos, como el tiempo y el espacio, sino concretos y específicos, justamente como una piedra.

Siguió desesperándose entonces observando lo que lo rodeaba. O una cara de lo que lo rodeaba, más bien. Se le ocurrió incluso hacer trampas, con un espejo, pero desechó la idea pues era un engaño todavía mayor que el otro. Y él no estaba para engaños. Puede incluso que haya algo vivo que se esconda, pensó, en ese ángulo que no vemos de las cosas. Algo así como un bichito que se oculta en la parte de la piedra que no alcanzo a ver y que sigue desplazándose siempre hacia esa zona, sin que yo pueda descubrirlo. Y claro, la posibilidad de un bicho así en cada una de las cosas era una idea que podía desesperar a cualquiera. Y así ocurrió, por supuesto.

Fue así como en pocos minutos llegó a un estado de desesperación total, como decía en un inicio. Yo mismo lo encontré, de hecho, tendido en el suelo, con pequeños temblores. Varios días después, ya más tranquilo, me explicó qué fue lo que le ocurrió y me contó más o menos lo que está escrito acá arriba.

No sé si lo expliqué bien, pero eso es al menos lo que yo entendí. La parte de lo que dijo que yo retuve y que aquí entrego. Si no se entiende pido disculpas. No supe hacer más con todo eso.

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