sábado, 14 de diciembre de 2019

Una villa.


Construyeron una villa, justo donde comienza la montaña. Está bastante alejada, pero tiene un buen acceso y las casas son de las mejores de la ciudad. Dentro de la villa hay una serie de servicios, para evitar que los habitantes se sientan demasiado aislados. Tiene un colegio, una consulta médica y hasta un supermercado, rodeado de otros locales más pequeños en una especie de mini centro comercial. Todo funciona bastante bien en la villa, sin embargo, una vez a la semana, baja una jauría de perros salvajes, desde la montaña. Veinte perros, más o menos. Los vecinos se han organizado construyendo muros y bloqueando algunos pasos, pero lo cierto es que los perros entran igualmente y ya han realizado algunos ataques de gravedad. Todavía no han matado a ninguna persona, pero ya han acabado con varias mascotas y les han gruñido a varios vecinos, mostrándose dispuestos a atacar. Debido a ello, varios habitantes de la villa se han organizado y -tras las solicitudes no atendidas por las autoridades-, han decidido ellos mismos acabar con la amenaza. Dejaron comida con veneno en la montaña y hasta han disparado a algunos de los perros, cuando han vuelto a ingresar. Disparan desde sus casas, por supuesto, a escondidas… Luego recogen los cuerpos y vuelven a llevarlos a la montaña, donde les prenden fuego o los entierran, para que no lleguen otros animales, cerca del lugar. En resumen, es el único problema grave que ocurre en la villa, y se espera que en unos pocos meses se haya podido erradicar. Se espera que el valor de las casas, por lo mismo, vuelva a subir luego de aquello. La idea es que la villa siga siendo, ante todo, un buen lugar.

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