lunes, 30 de diciembre de 2019

Saquearon la tienda de Job.


I.

Saquearon la tienda de Job, hace unos días.

El dios que tanto adora permitió que lo saquearan.

Como confiaba en él no contaba con seguros.

Rompieron rejas y mamparas sin encontrar obstáculos.

Usaron sus productos para encender barricadas.

Las llamas se levantaban en la calle como en honor a un dios falso, pensó Job.

Luego encendieron fuego al interior de la propia tienda.

Otro dios falso, se dijo ahora Job, mientras observaba el fuego.


II.

Días después fueron del gobierno a hacer un catastro.

Tres hombres lo entrevistaron y tomaron sus datos.

Lo hicieron firmar papeles y le ofrecieron nuevos créditos.

Job firmó todo lo que le pusieron por delante.

Luego los hombres se fueron, pues su trabajo en la zona había terminado.

Y es que el local de Job fue el único, en toda la cuadra, al que intentaron entrar.


III.

La mujer de Job discutió con él, luego del incendio.

Tú te lo buscaste, le dijo, preferías servir a Dios que servir a los hombres.

Entonces la mujer se fue a la ciudad donde vivía anteriormente y se llevó a los niños.

Puedo tener otra tienda y otra familia, pensó Job, mientras los veía partir.

Nada trascendente ha pasado, se dijo.


Nada verdaderamente trascendente ha pasado.

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