sábado, 11 de mayo de 2019

Algo raro.


-¿No encuentras que hay algo raro? -dijo él.

-¿Algo raro? -preguntó ella.

-Sí.

-Pues no, no encuentro…

-Hmm…

-¿En la casa, dices tú?

-Sí… pero no sabría decir qué…

-Pero, ¿es algo malo?

-No… malo, no… pero es un poco incómodo… como una sensación de extrañeza…

-Igual no venías hace tiempo.

-Sí… sí sé, pero no es eso…

-En este tiempo he cambiado algunas cosas de lugar, tal vez sea eso…

-No sé… puede ser…

-¿Quieres algo de tomar?

-Un café, tal vez… ¿puedo prepararlo yo…?

-Claro. La cafetera al menos está donde siempre.

-¿Hago para ti, también?

-Bueno… pero solo un poco… no me gusta tomar café tan tarde…

-Sí… Lo recuerdo.

-…

-¿Sabes…? Veo todo y es como… No sé… como si hubiese una flor cortada en un florero… pero con el tallo hacia arriba…

-Pues en esta casa no hay floreros.

-Claro, era un ejemplo… para explicar la sensación…

-Lo sé… Yo también trataba de explicarte que no hay nada…

-…

-¿Qué haces?

-Estaba viendo esto… Parece que ya no suena la caja de música…

-¿Estás bromeando…?

-¿Por qué?

-Esa es la moledora de café.

-Uff… con razón la bailarina no empezaba nunca a moler los granos…

-…

-¿Ya ves…? Antes te habrías reído.

-Puede ser… por cortesía...

-Tal vez eres tú entonces la que tiene el tallo hacia arriba…

-No lo creo. Tal vez lo tenía antes… Ahora siento que he vuelto a mi posición correcta.

-…

-…

-Creo que ya está el café.

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