domingo, 5 de mayo de 2019

La mirada estrecha.


I.

-¡Ves ese hombre que está ahí, junto a la vía…? Pues está ahí desde la mañana. He estado atento y no lo he visto levantar la vista. Yo creo que está esperando a que pase el tren… posiblemente para arrojarse…

-No lo hará.

-¿No?

-No. El tren no pasa por ahí.

-¿Estás seguro?

-Sí. Estoy seguro.

-Tal vez antes pasaba.

-No. Nunca ha pasado por ahí. De hecho, eso no es una vía.

-¿No?

-No. No es una vía, fíjate en los extremos. Es una escalera, simplemente, sobre el suelo.


II.

-¿La viste bien, ahora?

-Sí. Me costó, pero ahora la vi.

-¿De verdad pensabas que era una vía?

-Sí… Lo que pasa es que tengo la mirada estrecha.

-¿Tienes la mirada estrecha?

-Sí. Bastante estrecha. Nada de vistas panorámicas, solo el centro.

-¿Y eso es malo?

-Pues no sé. No sabría contestarte. Desde cierto punto no lo vislumbro bien…


III.

-Igual es raro, en todo caso, que el hombre esté ahí hace tanto tiempo…

-¿Qué hombre?

-El tipo ese, junto a la escalera…

-Pues a lo mejor piensa que está frente a una vía…

-¿Y espera lanzarse, dices tú?

-Claro… por la actitud, digo yo…

-Para eso tendría que tener también la mirada estrecha.

-Tal vez la tenga.

-Hmm… No sé… No creo.

-¿Vamos a preguntarle?

-¿Ahora?

-Claro, ahora…

-¿Y no íbamos para otro lado, ahora?

-¿Para qué lado?

-No sé, para otro…

-Sí… Supongo que sí…

-Mejor seguimos, entonces.

-De acuerdo… sigamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales