lunes, 22 de abril de 2019

Lugar natural.



I.

Antes de la formulación de la ley de gravedad, una de las teorías que intentaba explicar la caída de los cuerpos terrestres planteaba que dichos cuerpos tenían la tendencia de ocupar su “lugar natural”, que era, por cierto, el centro de la Tierra.

Así al menos aparece en algunos textos medievales que -de manera bastante breve y sin desarrollar mayores argumentos-, hacen referencia al asunto.

Asimismo, la idea del centro de la tierra como el lugar natural de los cuerpos terrestres es rastreable en diversas culturas, e incluso, se conocen algunas tradiciones que hablan de la búsqueda de este lugar natural, antes de morir.


II.

Me gusta la idea del “lugar natural”.

Obviamente es muy general y poco científica, pero me agrada la sensación de pertenencia y vínculo sobre la cual se sustenta.

Incluso caer, porque mi cuerpo quiere volver a su lugar natural, le otorga un sentido a la propia caída.

Y debe doler menos, por cierto, caer así.


III.

Me gustaría saber cuál es mi lugar natural.

El lugar hacia el que caigo, cuando me dejo caer.

Lo he intentado a veces, pero no termino cayendo –físicamente-, a ningún sitio.

En cambio, voy a regar mis plantas, ordeno libros y luego suelo tomar una hoja en blanco.

No sé sin embargo si caer es escribir en ella, o simplemente dejarla en blanco.

Sinceramente no lo sé.

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