jueves, 4 de octubre de 2018

Tres negaciones.


I.

No tenía idea que un vecino tenía un gallo.

Ayer alguien hablaba del tema y hoy fui consciente de su canto en las mañanas.

Durante media hora cantó el gallo.

Antes de eso dormí unas dos horas.

No tuve sueños, según recuerdo.

Supongo que esa fue mi primera negación.


II.

Intento descubrir en qué casa tienen al gallo.

Observo desde el segundo piso y afino el oído.

Tras varios minutos descubro en qué casa se encuentra.

Recién entonces me pregunto para qué quería saber eso.

Supongo que esa fue mi segunda negación.


III.

Luego de ubicarlo, descubrí que en el sector había también otros gallos.

Al menos tres, distinguí. Y hasta gallinas.

Yo sé que existen, pero ellos desconocen que los oigo.

A lo más intuyen, supongo, que cantan para alguien.

Eso antes, confieso, me parecía noble.

Y a pesar que el sol da a mi ventana, cuando amanece, hoy no sé qué me parece, aquel canto.

Supongo que esa es, mi tercera negación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales