No sé quién se dio el trabajo de pintar los peces
de colores.
Hoy pensaba en eso mientras buscaba unas
estampillas, de peces.
Como tenía un poco de fiebre y me dolía un poco el
cuerpo supongo que pensé varias cosas extrañas.
Entre esas lo que mencionaba arriba, preguntándome
quién se dio el trabajo de pintarlos.
Y ante todo, ¿para qué?
Lamentablemente, como estaba con fiebre y me dolía
un poco el cuerpo, no llegué a conclusiones claras.
En cambio, me acordé de un texto de Foster Wallace.
Uno en el que no hablaba de peces, pero sí
mencionaba la necesidad de creer en algo, conscientemente. Como fruto de
nuestra elección.
Así, Foster Wallace –según recuerdo-, dejaba de
lado el creer o no creer, si se debe esto a un funcionar por automatismo, que
por lo general suele derivar en un egocentrismo básico.
En el día a día no cabe el ateísmo, creo que decía.
Nosotros decidimos qué adoramos.
Entonces, tras pensar eso, volví a pensar en los
peces de colores.
Y claro, tras fijarme bien en los dibujos de las
estampillas, comencé a ver sus diseños.
Porque claro, no se trata solo de colores, sino de
mezclas de colores, diseños detallados en la ornamentación de cada uno…
Así, finalmente, terminé concentrándome en unas
líneas verdes que tenía el dibujo de un pez mayormente amarillo, en una
estampilla de Madagascar.
Sentí entonces que ese verde era hermoso… y que una
vida entera podía sostenerse de la creencia en ese verde… en la adoración de
ese verde…
Lamentablemente, como estaba con un poco de fiebre,
y me dolía el cuerpo, es muy posible que se trate de exageraciones, nada más.
Ya ni sé por qué les digo todo esto.
Extrañamente después de leer esto llegue a Harold Pinter! Sin saber Por que.
ResponderEliminarUn Abrazo Maestro.