"Recoger y armar una verdad gastada
con esos lugares comunes desechados...
con esas imágenes ingenuas
y a medio terminar"
A. N.
Hay una jaula vacía.
Un par de mesas.
Y cuadros a medio terminar.
Alguien habla de una mujer que envejeció de golpe.
Las persianas están rotas.
La luz entra como manchas y se pega a la superficie de las cosas.
He estado aquí antes.
Solo ahora observo con atención.
La única mujer del local acaba de vomitarse el vestido.
Un reloj casi detenido cuelga torcido en la pared.
Hay huellas plateadas de caracol en un rincón de la sala.
El recuerdo de una chica se
adhirió como un molusco al corazón, dice una canción.
Un hombre repite la letra a destiempo.
Entonces comienzo a descubrir los cuadros.
Todos a medio terminar.
Una ciudad sin cielo.
Una puerta en medio de la nada.
Niños sin un rostro definido.
Todo está en venta, me dicen.
Yo observo, en silencio.
La luz comienza a irse.
Encienden unas velas.
Un hombre al que le falta una mano me pide unas monedas.
Hoy no iba a beber, comenta, pero ya ve.
El recuerdo de una chica hizo que
me arrancara el corazón, dice ahora la canción.
Los cuadros a medio terminar.
Sombras contrahechas a través de las persianas.
Me siento junto a la mujer que se vomitó el vestido.
Le limpio con cerveza la comisura de los labios.
Nadie sabe el nombre de los otros.
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