jueves, 18 de julio de 2013

Nadie besa a Blancanieves.



-¿En qué piensas?

-No sé… en Blancanieves.

-¿En Blancanieves?

-Sí… es tonto, estaba recordando una película de Resnais… una película en la que unos tipos vivían en un departamento donde todos los muebles tenían etiqueta… creo que vendían antigüedades, no recuerdo muy bien…

-¿Y eso qué tiene que ver con Blancanieves?

-Nada… pero ya ves, de ahí pasé a pensar en Blancanieves… quizá como un mueble.

-¿Como un mueble?

-Sí… o sea, en vitrina… ¿Te acuerdas? Esa parte en que supuestamente está muerta y la dejan en un ataúd de cristal, pero en medio de la vida de los otros, como un mueble, en definitiva… los enanos llorando… la escena típica.

-¿Ahí donde después la despierta el príncipe, o algo así…?

-Sí… no sé… esa imagen tenía… pensaba en un científico… o sea, en una especie de príncipe científico que llega, pero claro… no la besa, sino que comienza a inyectarla, hacerle estudios, suero… no sé, esas cosas…

-¿Y ella despertaría?

-No… No despertaría nunca creo yo… es decir, nadie besaría a Blancanieves… se llenaría de nuevos príncipes, pero nadie la besaría… ¿te imaginas un cuento así?

-¿Así cómo?

-Con otros príncipes… un príncipe poeta, por ejemplo, que llega hasta su lado y le compone los más bellos versos. Habla de su belleza, del tiempo… y claro, al final ella no despierta y el poeta sigue cantándole realmente a otra cosa…

-Blancanieves como metáfora…

-Claro, pero no solo para él… o sea, podría llegar un príncipe pintor, que pinta sus más bellos retratos, o el príncipe jardinero que le diseña los jardines más hermosos… o hasta el príncipe circense que le ofrece los números más exóticos… pero bueno… ella seguiría igual… pues nadie besa a Blancanieves… además quizá despierta serviría solo para uno…

-Y entonces no habrían hecho el jardín, o los retratos…

-Claro, el arte necesita de esas Blancanieves…. De esas que nadie besa, pero todos le cantan… Creo que Kafka hablaba una vez de eso… o sea, al revés, creo que Milena le planteaba de vivir con él, o de estar al lado simplemente, cuando él escribiera…

-¿Y…?

-Kafka le envió una carta donde le decía que es era imposible… que en cualquier momento él podía sentir el impulso de besarla y que eso lo alejaría e la escritura… y hasta de él mismo…

-Tampoco besó a Blancanieves.

-No, ni se dejó besar por ella…

-…

-…

-¿De verdad pensabas en eso?

-No sé… creo que sí, pero en realidad  no pensaba en nada. Nada descubierto.

-¿Cómo…?

-Ya sabes, como esos muebles cubiertos de sábanas. Tú me preguntaste y yo destapé uno: ahí estaba Blancanieves.

-¿Lo vuelves a tapar ahora?

-Sí… no sé…

-¿Qué no sabes?

-No sé qué hacer con las cosas develadas…

-¿Quieres que te tape el mundo, para que te sea más fácil?

-No te molestes… ya está hecho –me dijo.

2 comentarios:

  1. Es un pensamiento muy estereotipado sobre los cientificos. Yo creo que besarían a Blancanieves, aunque no necesariamente la despertarían. Tal vez terminarían besando a una científica, que las hay bellas, como para olvidarse de Blancanieves. O una cosplayer, porque hay cientificos lectores de comic y de ciencia ficción.

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