"Es más fácil así,
¿no cree...?"
L. T. W.
Una vez la vi llorando, frente a una película iraní.
Una vez la observé mezclar salmón, queso de cabra, eneldo, rúcula y
papas.
Una vez la vi trasplantando brotes de verduras, en el jardín.
Una vez la escuché hablar de Vonnegut, emocionada.
Una vez la vi escuchando a Bartok, en medio de la noche.
Una vez la observé caminar, mientras caía la lluvia.
Una vez me quedé mirándola, al dormir, casi sonriendo.
Una vez la vi reír tanto rato que le brotaron lágrimas.
Una vez me sirvió la cerveza más helada que estaba en la nevera.
Una vez me apoyé en su pecho y oí los latidos de su corazón.
¡Pero qué mierda…!
Vemos lo que queremos ver y amamos lo que tenemos más a mano.
Despejemos mejor el corazón y agucemos la mirada:
Tenía una mugre en un ojo, frente a la película iraní.
La comida estaba preparada y se quemó mientras la calentaba.
Arrancó las cosas que planté, para sembrar marihuana.
Vonnegut era también una nueva tienda de cosméticos.
Escuchaba a Bartok para quedarse dormida.
Olvidó las llaves donde un amigo, una tarde de invierno.
Fingía dormir, mientras yo la observaba.
Se reía de mí, hasta que le brotaron lágrimas.
Teníamos frío, cuando me sirvió la cerveza.
Y claro... escondió un reloj antiguo, en su pecho vacío.
¡Pero qué mierda…!
Me caía bien, al menos.
Y tal vez -solo tal vez-, la amaba.
UUps.
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