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-¿Te lo conté…? No, parece que no, porque ni
siquiera te he visto… Además tú andabas por otros lados y luego está eso de que
eres un poco ilocalizable y claro, uno llega a pensar a veces que te molestas
con mis problemas o mis historias o lo que sea que pase… así que uno dice sin
decir, o sea, a medias, para no aburrir… y claro… es un poco como ahora, ¿no
crees?
-…
-¿Ves? ¿Es justo como ahora…? Estoy segura que si
tú fueras un perro y yo te tiro un palo simplemente lo dejas ir… y luego lo
miras a distancia… Estoy segura… Pero lo malo es que sería chistoso si fueses perro,
pero como no lo eres, uno lanza lo que tiene que contar y tú simplemente
esperas… esperas hasta que eso caiga como un palo y sea una la que debe ir a
buscarlo y empezar de nuevo… ¿es justo eso, acaso?
-…
-Lo peor de todo, es que no creo que lo hagas por
maldad… es decir, si creyera eso créeme que no te hablaría… pero a veces me produces
una sensación tan desagradable… como si estuvieses pensando: "al fin y al caso
son unas cuantas palabras más, una historia de mierda… no es Dostoievski ni un
Borges…"
-No me gusta Borges.
-¡Lo ves…! Los nombro y despiertas, pero con lo que
yo te cuento da lo mismo… no debo servirte para tus historias ni siquiera para
esas hueás que ponís en el blog y que cada vez son más patéticas… Porque claro,
una tiene historias simples, saludos, reencuentros… tú en cambio solo tomas y
botas personajes… juegas a la pinta con lo que hablas, pero no te quedas con
nada… salvo con esas sensaciones de fondo que al final son puros nudos y
laberintos y laberintos y bibliotecas monumentales…
-Eso sonó a Borges.
-Claro que sonó a Borges… por eso no te gusta
Borges, por eso lo detestas, porque en el fondo también estás frío y tomas las
palabras como cubos de hielo que llevas hasta tus sensaciones… porque te
gustaría tocar la trompeta y ser como Boris, pero entre tus libros te quedas
ciego, como ese que no te gusta… o sea que en el fondo no te gusta él, porque
no te gustas tú mismo… y no te sirve arrancar escribiendo a la rápida o
fomentando las imperfecciones… las sensaciones no son las imperfecciones de la
idea… algo espontáneo también puede ser frío, puede ser…
-¿Qué me ibas a contar?
-¡¿Qué…?!
-Me ibas a contar algo, creo.
-Ya sé que te iba a contar algo… per me
interrumpes.
-Entonces comienza… Lanza el palo, y yo voy a
recogerlo…
-…
-Luego lo tomo y te lo traigo y tú me acaricias la
cabeza y crees que no soy frío porque meneo la cola…
-…
-¿Eso quieres?
-…
-¿No vas a decir nada?
-¡Borges…! ¡Pobre y frío Borges!
-...
-Aunque llores de vez en cuando, y aunque escribas
cada vez más mal, a mí no me engañas.
-…
-Ves, eso me basta para que no digas nada.
-…
-Ahora, si quieres, puedes menear la cola.
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me recordaste a mi vieja, en un poco disimulado descargo contra su marido (quien tuvo la mala idea de pensar distinto y con todo amor, exlicarle que el creía que incluso en escenarios adversos, se puede intentar mantener la armonía... pésimo cuando alguien está en modo incendiario) bueno ella decidió de la nada (y despues de haber argumentado incendiariamente y a quemarropas) hablar del quijote ''esa genialidad del que va contra la masa y que por eso es tildado de loco, sólo por ser apasionado y consecuente y bla''... finalmente un disfrazar la bestia interna, de consecuencia y apasionamiento cuando sólo se trata de bestialidad (¿quien no lo ha hecho, en todo caso?), y de la nada traicioneramene su inconsciente le hace hablar de dulcinea, ''y esta mujer a la que el no se cansa de tratar como princesa''...te das cuenta mamá cuanta gente dañada que no tolera ser tratada con dulzura...
ResponderEliminarde seguro no tiene ningun sentido fuera de mis 5 paredes, pero eso de decir/pedir/insultar/autoinsultar con menear la cola va para mi estrechamente ligado con ese episodio de hace unos días.
Feliz comienzo de semana :)
...Gracias.
ResponderEliminarMe queda dando vueltas lo de la gente dañada que no tolera ser tratada con dulzura...
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