lunes, 21 de mayo de 2012

Aquiles y Vian y la tortuga.


“La vida es poco a poco.
Hoy doy medio paso
y pasado mañana
medio paso más”.
C. L.


Aquiles está gordo y está quieto.

No llegarás a ningún sitio, me dice.

Y es que siempre que lo intento él viene y me hace bullyng.

Por eso, yo trato de no verlo y avanzo como puedo.

No sé bien a dónde, es cierto, pero avanzo.

Lo sé porque hago marcas.

Así, todo lo que amé me indica que no estoy donde estuve.

Y hasta aprendí que no hay que llevar peso.

En mi caso no hay opción, pero en el tuyo es vergonzoso, me dijo un día, la tortuga.

No supe si creerle, pero al final de todas formas perdí lo que llevaba.

Y claro, suena absurdo, pero duele ir tan liviano.

Es decir, duele el orgullo de saber que prácticamente no pesamos.

Y duele, por cierto, comprobar el peso de nuestro propio significado.

Luego de eso, sin embargo, todo es más fácil.

Aquiles, no obstante, no lo acepta y está engordando a un costado del camino.

La tortuga, en tanto, no deja el caparazón por un instante.

Así, mirándoles, uno pudiese pensar que es por eso que no llegan.

Con todo, sé perfectamente que puedo volverme fácilmente uno de ellos.

Y hasta sé, que puede que otro vea mis errores, observando desde fuera.

De hecho, yo mismo dije que desde cierto momento todo es más fácil… y mentí.

Y es que debí decir que todo se vuelve, en realidad, un poco más triste.

Y claro, quizá eso es lo que nos impide llegar a lo que queremos, finalmente.

Es decir, la mitad de la mitad termina siendo nuestra propia contradicción.

Intentar o no intentar, creer o no creer o llorar o no llorar, cuando el pecho nos duele.

Ser honestos o no serlo, en definitiva.

Aunque Aquiles siga con el bullyng.

2 comentarios:

  1. Y hasta escribís con pasitos que parece que no llegan... Un abrazo.
    Flo

    ResponderEliminar
  2. Asediado, acorralado por su propia fama, Aquiles el de los pies ligeros, se quedó quieto, gordo, parado.
    A la tortuga siempre le viene bien la lentitud y el caparazón a salvo.
    Cada cual con sus contradicciones, avanzamos en la lentitud rápida o exasperantemente dudosa, triste, ¿honesta?
    Te sigo Vian a mi paso, y no dejas de fascinarme con nuevas preguntas. Un besito.

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales