Dormido, Godzilla es uno más de nosotros.
Es decir, duerme acurrucado, tirita un poco y hasta
aprieta los dientes.
De hecho, yo pensaba destruirlo, pero al final
terminé poniéndole una manta encima de los pies.
Así, cercano, me cuido de sus garras, de sus
movimientos bruscos y de su aliento radioactivo.
Y es que nada hay peor que su aliento radioactivo.
Mi plan, por cierto, consistía en acercarme y
buscar el punto débil. Ese que encontró bajo el brazo Space Godzilla en el 94,
o el segundo cerebro que le descubrió Mechagodzilla en el 75.
De todas formas, si fallaba, llevaba también la
clásica bacteria antinuclear y hasta había ensayado con rigurosidad los 1500
metros planos, para huir, si se despertaba.
De esta forma, buscando, sucedió que di de pronto
con el corazón del monstruo. Es decir, percibí, en su costado, los latidos de
un órgano que me sorprendió por lo agitado que se encontraba, como si no guardase relación con el estado de su cuerpo... Estaba desconcertado.
Y es que siempre he confiado en la existencia de
cierta armonía entre el bombeo de la sangre y la actitud y acciones
desarrolladas por el cuerpo que alberga dichos latidos.
Pero claro, resultó que mi confianza estaba puesta en la creencia equivocada, al menos en este caso.
Y es que la velocidad e intensidad de los latidos
de Godzilla era tal, que mi mano, apoyada sobre su piel, subía y bajaba como si
fuese un madero, flotando sobre un mar embravecido.
Y sí… fue entonces que, sorpresivamente, Godzilla
dejó escapar un bramido inexplicable, seguido de unos fuertes espasmos que
cesaron de golpe tras unos segundos, dejando al monstruo extendido e inerte, sin
señales de vida.
Con todo, quise asegurarme de su estado buscando
nuevamente los latidos, pero solo logré percibir la piel escamosa que comenzaba
a enfriarse demasiado a prisa.
¿Será eso lo
que ocurre cuando te tocan el corazón?, pensé entonces, junto al monstruo… ¿o será simplemente que aspiró su propio
aliento radioactivo…?, pienso ahora...
¡Qué dilema…!
Así, buscando una explicación, o un consuelo, voy quedándome dormido esta noche, abrazado al monstruo.
Todo monstruo tienen su lado flaco. Para bien o para mal...
ResponderEliminarMataste a Godzilla! me he quedado sin mascota...
ResponderEliminarAl menos murió feliz, durmiendo plácidamente y con una mantita en los pies. No mates mas monstruos por favor! el mundo sería aburrido sin ellos!