sábado, 21 de abril de 2012

En medio de la oscuridad más pura.


Me ha estado pasando estos días.

Son pequeños bloqueos en los que todo dato desaparece y me inunda algo así como un vacío.

Es difícil de explicar, pero supongo que sucede cuando intento recordar algo específico. No importa si se trata del nombre de un libro, o de una calle, o de una persona… lo extraño es que luego ni siquiera sé qué es lo que estaba intentando recordar, y toda palabra se aleja y ahí me quedo yo, rodeado de conectores y de adverbios, pero sin nada que signifique realmente algo.

Con todo, no creo que se trate una situación tan grave, sobre todo porque solo dura unos minutos y uno no parece quedar con secuelas, luego que eso ocurre.

Por otro lado, tampoco se trata de una sensación que me desespere, aunque sin duda produce una especie de extrañeza, como si estando bajo el agua descubriese de pronto que puedo permanecer ahí, por el tiempo que desee, y sin mayores alteraciones.

-¿Y qué harías si eso te sucediera realmente? –me pregunta un amigo, luego que he usado la comparación de estar bajo el agua.

Y claro, yo lo pienso un rato hasta que llego a la siguiente respuesta.

-Si me sucediera eso de no necesitar respirar, bajo el agua, supongo que buscaría llegar lo más hondo posible…

-¿Donde todo está oscuro…? –pregunta mi amigo.

-¿Qué…?

-Que todo está oscuro en el fondo… acuérdate de las imágenes de los documentales y las linternas que deben bajar…

-Es cierto –admito-. Pero de todas formas me gustaría llegar hondo… a la oscuridad más pura, inclusive.

-¿Sabes? –dijo entonces mi amigo-. Creo que fue Aldrin el que lo mencionó, pero no te parece extraño que el hombre haya decidido explorar el espacio exterior, antes de sumergirse y descubrir lo que hay en el fondo de su propio planeta…

-Pero si ni siquiera se sabe bien lo que hay al centro de la tierra….

-¿Y tú no te haces una idea?

-¿De qué?

-¿De lo que hay en el centro… en la “oscuridad pura” que nombrabas?

-No –le dije.

-Pues yo pienso que hay algo así como un bucle, una especie de unión entre el espacio externo y lo subterráneo…

-Mmm…

-¿No te convence?

-No es eso, es solo que si empiezas a indagar, imagino que esa “oscuridad pura” pasa a contaminarse, y yo prefiero que se mantenga de esa forma…

-¿Pero no decías que irías tú mismo hasta el fondo, si pudieras…?

-Sí –admití-, pero sin linternas, igual que cuando iba donde una tía, en el campo, y me gustaba estar a oscuras, en el fondo de pozo.

-¿Y nunca te preguntaste que había en el fondo del pozo?

-Claro, pero la respuesta era que había oscuridad.

-Pero la oscuridad…

-La oscuridad déjala ahí –lo interrumpí-, no le des más vueltas… actúas como si desconfiaras demasiado de la oscuridad… como si alguien quisiera engañarme…

-¿Y no es así?

-Claro que no –le dije-. No creo que la vida engaña al hombre…

-¿Y no es un engaño el que te deje en blanco, o en ausencia de significados, como tú decías?

-Es que no me deja en blanco –le dije finalmente-.

Y luego no supe qué decir.

2 comentarios:

  1. Tampoco creo que haya engaño más allá de la desconfianza. Tampoco sé como decir que vivir es más que entender, o conectar.

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  2. auch! despersonalizacion? de un modo u otro... indagar un poco es bueno para comprender ciertas cosas... perdernos... pero ir mas alla a veces es contraproducente...
    fdo: una nihilista

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