miércoles, 3 de agosto de 2011

Bizarro no es Súperman.

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I. La conversación.

Escuché la conversación por casualidad. Estaba frente a una tienda de revistas observando la portada de un cómic donde podía verse la imagen del primer Bizarro, en una de sus primeras apariciones públicas, allá por 1986.

Fue entonces cuando mi nerd interior salió a la superficie y mientras recordaba la historia de este personaje escuché a un par de hombres comentar algo referente a la portada de una revista deportiva, donde aparecía una tenista de muy buen aspecto.

-¿Te gusta esa mujer? –le preguntaba un hombre a su compañero.

Pero el otro no contestaba.

-Te preguntaba si te gusta esa mujer… -insistía el primero.

Fue entonces cuando voltee a mirarlos y me fijé que había algo así como un reproche en la actitud de aquel que se negaba a contestar esa pregunta.

-Es que esa no es una mujer –dijo por fin el consultado-. Es papel, solamente.

-¿Cómo papel…?

-Papel po, hueón –intentó explicar el hombre, todavía más serio-. Una mujer es otra cosa.

Luego se fueron, sin que los escuchase cruzar otras palabras. Y yo, tras darle unas vueltas a aquella conversación, seguí pensando en el personaje de Bizarro.


II. Bizarro, el personaje.

Para quién no lo conozca, Bizarro fue creado como un villano capaz de enfrentar a Súperman, aunque fue destruido en al menos dos ocasiones, por lo que existen varias versiones del personaje.

A mí, en todo caso, solo me interesan las dos primeras.

La inicial, aparecida en 1986 –la que salía en la revista que vi hoy-, era en realidad una creación del Dr. Teng, un científico que trabajaba para Lex Luthor y que tras numerosos intentos fallidos por clonar a Súperman, logra tener un resultado más o menos aceptable.

Así, sin lograr una copia perfecta de la estructura cromosómica de Súperman, el ser creado se lanza irracionalmente a destruir Metrópolis, por lo que debe ser atacado por el héroe original.

Sin embargo, durante esta batalla, el primer Bizarro parece enamorarse de la hermana ciega de Louis Lane –no me da la memoria para recordar el nombre específico-, y comprender que él es un ser imperfecto, incapaz de comprender el mundo que lo rodea y de llegar a ser apreciado por los otros, como sí lo era el Súperman original. Así, se dejó morir bajo una lluvia desintegradora que al mismo tiempo de darle muerte permitió a la hermana de Lois, recuperar la vista.

El segundo Bizarro en tanto –el que era mi preferido y a partir del cual hice un cuento hace mucho tiempo-, tras ser creado también a partir de una clonación, pareció conservar cierta memoria genética, que lo llevó a enamorarse ya no de la hermana, sino de la propia Lois Lane.

De esta forma, para conquistarla, este segundo ser Bizarro se puso a crear un deteriorado “mundo bizarro” a partir de deshechos y basura, donde pretendía poder vivir con su amada Lois, y donde de hecho, se la llevó, raptándola y alejándola del verdadero Súperman, quien no dejaba de buscarla.

Lamentablemente, este ser se vio aquejado de una rápida degeneración genética, que lo llevó a morir prontamente en brazos de la propia Lane, quien pudo ser testigo de cómo este ser se corrompía externamente, mientras parecía purificarse por dentro… quién sabe si valorándolo incluso más que al verdadero hombre de acero, que nunca se corrompió por lado alguno.


III. Bizarro vs Súperman.

Bizarro no es Súperman. Bizarro es imperfecto y se corrompe y cuestiona al mundo. Súperman en cambio lo acepta y lo defiende sin siquiera comprenderlo. Ambos representan para mí la forma de amar a los otros y de construir o aceptar quiénes son y el mundo al que pertenecen.

Súperman acepta un mundo que no es suyo. No cuestiona la moral ni las leyes, pero las defiende de la misma forma se protegen los elásticos de una máscara. Bizarro en cambio crea su mundo, igual de corrupto que él y en base a deshechos… de la misma forma como él fue creado.

Bizarro sabe que no pertenece y que hay algo que no comprende, y hasta acepta la muerte para no dañar a quienes ama. Es decir, Bizarro es el verdadero héroe. Eso es indiscutible.

Súperman además, parece no importarle ser realmente quien es, y se contenta con representar el papel de guardián de la humanidad, que se la ha asignado.

Bizarro, en tanto, que tampoco sabe quién es, busca al menos descubrir su significado, y construirlo, antes que la muerte le quite la posibilidad de hacerlo.

Juzguen ustedes quien triunfa en la batalla.


IV. De nuevo la conversación y el Vian Bizarro.

Quizá alguien más nerd que yo pueda discutirme algunos datos o referencias dadas anteriormente respecto a las historias referidas.

Pero claro, la memoria suele adaptarse y deformarse de la misma forma como se transforman y corrompen cada una de las cosas, con el tiempo.

Con todo, no era mi intención acá hablar simplemente de este personaje, sino volver, en lo posible, la mirada hacia nosotros mismos.

Recuerdo entonces la conversación de la que les hablaba en un inicio, y pienso así que quizá un Vian Bizarro exista en un mundo bizarro donde ordena también su biblioteca bizarra, rodeado de un sinnúmero de seres de papel que pasan a ser los habitantes de ese mundo, donde él gobierna, a su manera.

Quizá ahí, pienso, el Vian Bizarro tenga incluso mejores resultados con el orden, y con lo que llega a comprender respecto al mundo en el que existe.

Yo, en cambio, creo convencerme cada día más, que entre corrupción y purificación no hay en realidad diferencia alguna, y que ambas son parte de una misma bendición o gracia, que muy pocos, sin embargo, son capaces de distinguir, y todavía menos, de agradecer.



1 comentario:

  1. No sé si Bizarro será más héroe que Súperman, pero sí estoy seguro que sería más humano.

    Un abrazo.

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