domingo, 7 de agosto de 2011

Un empleo sencillo.

.

I.

A veces quiero un empleo sencillo
uno de esos que puedes hacer
sin importar que ya no creas en nada:

sacar cuentas

freír papas

o limpiar asientos en una iglesia,

por ejemplo.


No hablo por hablar.

Lo digo en serio.


II.

Una vez conocí a una chica
que tenía el empleo perfecto:

empaquetaba cosas.

Día a día
nueve horas diarias
empaquetaba cosas.

Y era perfecta en lo que hacía.

Una vez tomó las hojas de un periódico
y comenzó a envolver
las cosas del departamento.

¡Hubiesen visto que hermosas
se veían envueltas
las botellas vacías…!

Y ella reía y disfrutaba
empaquetando,
y todo –hasta lo muerto-,
pasaba entonces a tener algo así
como una existencia secreta.

Le pedí entonces que envolviera mis libros,
las ollas,
y hasta las fotografías de nosotros
fueron envueltas
de una manera perfecta.

Tapó los vidrios,
y las ventanas
y todo era sombras
al interior de la habitación.

Y me sentí como en crisálida.

Fue así que un día
en que creí dormía al lado mío,
estiré los brazos y encontré en su lugar
una especie de cáscara.

Ella no volvió y la habitación
quedó a oscuras.

Y yo debí desenvolverme
antes de tiempo.


III.

La mayoría de la gente
cree vivir de día
y dormir de noche

Y todos me recomiendan
dormir al menos
7 a 8 horas diarias.

Yo entonces sumo y resto:
agrego mis 46 horas como profe,
los desplazamientos
y hasta el trabajo en el hogar,
y siento que nos están haciendo vivir
una gran estafa.

Es un pensamiento básico,
pero es cierto.

No te preocupes,
me dicen,
si hay luz
ella vendrá a tu encuentro.

Y claro…
esforzándome al máximo
hay veces que les creo.

Aunque siempre sentí en mi corazón
que la vida era otra cosa.


IV.

A veces siento
que la vida verdadera
te la entregan tan envuelta
que no alcanza la existencia
para abrirla.

Y los años se me pasan:

y Gregorio muere como un bicho

y Segismundo sigue preso como un rey

y el Quijote reniega de sí mismo
derrotado…

¡Esos no son ejemplos para nadie!
me digo

Y decido entonces que voy a tener que darme el tiempo
para escribir un clásico distinto
si quiero que mi hijo realmente descubra
lo que es un héroe,
y sea capaz de desenvolver su vida
cuando todavía sea tiempo.

Quizá no es un empleo sencillo,
pero es el único que está hecho
a mi medida.

No hablo por hablar.

Lo digo en serio.

7 comentarios:

  1. :O ! Hermoso!

    Me transmite la idea de que cada quién desea la vida del otro... aunque también un sentido de no darle tanto valor a ciertas cosas.

    No se! Pero me ha encantado.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. clpa clap -sigo aplaudiendo!-

    ...y disfrutando de tus pensamientos y sus encantadores envoltorios.
    Abrazos!

    ResponderEliminar
  3. "aunque siempre sentí en mi corazón
    que la vida era otra cosa"!
    tal cual, todavía busco...

    ResponderEliminar
  4. ¡Excelente!
    Y no hablo por hablar...

    ResponderEliminar
  5. Se nos ha impuesto como vivir. Somo maquinas sin pausas, y el trabajo ya no es para tener una vida tranquila. Ahora nos consume el tener y tener y tener y tener mucho más, se nos impone hasta que desplazamos vida, amor, familia, amigos, nosotros mismos. Lastima.

    Y no hablo por hablar.
    Lo digo en serio .

    saludos!

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales