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¿Hay alguien que sepa exactamente
lo que ama?
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lo que ama?
I.
-¿Te acuerdas en qué película salía Anna Karina llorando en un cine?
-¿Anna Karina?
-Sí.
-¿Llorando en un cine?
-Sí.
-¿Y por qué lloraba?
-No lo recuerdo bien… creo que veía Juana de Arco.
-¿Y lloraba también Juana de Arco?
-Mmm… creo que sí.
-¿Y llorabas tú?
-¿Yo?
-Sí…, viendo a Anna Karina, me refiero.
-Quizá sí… no lo recuerdo bien.
-Pues yo tampoco lo recuerdo…
-¿Qué cosa?
-El nombre de la película.
-¿Cuál película?
-…
II.
-¿Te has fijado en los rostros amargos de las mujeres fieles?
-¿A qué te refieres por amargos?
-A que parecen reprocharse algo, o dudar…
-¿Hablas en serio?
-Sí…, o sea, son mis impresiones…
-Pero, ¿crees en tus impresiones?
-…
-¿Tienes fuego?
III.
-Lo que pasa es que nada me bendice.
-¿Nada te bendice?
-No. Nada.
-¿Y por qué algo debería bendecirte?
-No lo sé…, pero lo siento necesario…
-¿Sirve si yo te bendigo?
-¿Tú?
-Sí. Yo.
-Mmm… no creo… sería como si para creer metiésemos los dedos en nuestras propias llagas.
-Pero tú no tienes llagas.
-No. No tengo…
-Quizá eso sirva como una bendición… ¿no crees?
-…
IV.
-Uno se agarra a la experiencia, pero es absurdo… Es como la historia que contaba el barón Munchaussen…
-¿Cuál historia?
-Una que le sucedió cuando intentó saltar con su caballo un abismo demasiado ancho.
-¿Y qué paso entonces?
-Viendo que iban a caer, el barón apretó al caballo con las piernas y se levantó a sí mismo de los cabellos, en pleno salto, para levantarse e impulsarse al otro lado…
-Pero eso es absurdo…
-¡Claro que es absurdo…! Pero solo como agarrarse a la existencia, nada más.
V.
-Lo que pasa es que a ti no te gusta decir las cosas claras.
-Pero es que las cosas no son claras… no de la forma que tú esperas, al menos.
-¿Y entonces para qué decir las cosas si no son claras?
-¿Prefieres entonces que no las diga?
-A veces sí…
-Lo malo es que te equivocas. Un día te voy a demostrar que ser poco claro es otra cosa.
VI.
-¿Y cómo ocurrió? –le pregunto.
-¿Qué cosa? –me dice.
Y ambos olvidamos de qué hablamos.
-¿Te acuerdas en qué película salía Anna Karina llorando en un cine?
-¿Anna Karina?
-Sí.
-¿Llorando en un cine?
-Sí.
-¿Y por qué lloraba?
-No lo recuerdo bien… creo que veía Juana de Arco.
-¿Y lloraba también Juana de Arco?
-Mmm… creo que sí.
-¿Y llorabas tú?
-¿Yo?
-Sí…, viendo a Anna Karina, me refiero.
-Quizá sí… no lo recuerdo bien.
-Pues yo tampoco lo recuerdo…
-¿Qué cosa?
-El nombre de la película.
-¿Cuál película?
-…
II.
-¿Te has fijado en los rostros amargos de las mujeres fieles?
-¿A qué te refieres por amargos?
-A que parecen reprocharse algo, o dudar…
-¿Hablas en serio?
-Sí…, o sea, son mis impresiones…
-Pero, ¿crees en tus impresiones?
-…
-¿Tienes fuego?
III.
-Lo que pasa es que nada me bendice.
-¿Nada te bendice?
-No. Nada.
-¿Y por qué algo debería bendecirte?
-No lo sé…, pero lo siento necesario…
-¿Sirve si yo te bendigo?
-¿Tú?
-Sí. Yo.
-Mmm… no creo… sería como si para creer metiésemos los dedos en nuestras propias llagas.
-Pero tú no tienes llagas.
-No. No tengo…
-Quizá eso sirva como una bendición… ¿no crees?
-…
IV.
-Uno se agarra a la experiencia, pero es absurdo… Es como la historia que contaba el barón Munchaussen…
-¿Cuál historia?
-Una que le sucedió cuando intentó saltar con su caballo un abismo demasiado ancho.
-¿Y qué paso entonces?
-Viendo que iban a caer, el barón apretó al caballo con las piernas y se levantó a sí mismo de los cabellos, en pleno salto, para levantarse e impulsarse al otro lado…
-Pero eso es absurdo…
-¡Claro que es absurdo…! Pero solo como agarrarse a la existencia, nada más.
V.
-Lo que pasa es que a ti no te gusta decir las cosas claras.
-Pero es que las cosas no son claras… no de la forma que tú esperas, al menos.
-¿Y entonces para qué decir las cosas si no son claras?
-¿Prefieres entonces que no las diga?
-A veces sí…
-Lo malo es que te equivocas. Un día te voy a demostrar que ser poco claro es otra cosa.
VI.
-¿Y cómo ocurrió? –le pregunto.
-¿Qué cosa? –me dice.
Y ambos olvidamos de qué hablamos.
ooh, conversaciones inconclusas que estresante! pero lo deja a la imaginación :)
ResponderEliminarsaludos, cuídate!
Buenos diálogos!
a que te refieres cuando no te refieres?
ResponderEliminar(una versión muy precaria de una pregunta mucho mas linda de gonzalo rojas)
me gusta... nadie sabe exactamente nada
ResponderEliminarmmm...sigue siendo difícil el tránsito de lo que se piensa o siente a la verbalización...
ResponderEliminarah...las viejas abstracciones, imposible huir.
Saludos..
(*no he podido alcanzarte, ya tendré mas tiempo y lo leeré todo*)