“Todo hecho y ningún contento”
M. F.
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M. F.
Santiago de Chile / Santiago de Cuba / 1998
-Disculpe. Llamaba para preguntar qué sucedió con mi novela.
-¿Qué novela?
-La novela que ustedes me pidieron revisar, para una posible edición.
-Ya… pero ¿con quién hablo?
-Con Vian. El autor de la novela.
-De acuerdo señor Vian, pues verá, acá recibimos muchas novelas así que le pediría que pudiese usted explicarse de mejor forma.
-De acuerdo, lo intentaré.
-¿Recuerda qué editor estaba a cargo de la lectura?
-Creo que su apellido era algo así como Magoo…
-¿Magout…? ¿Se refiere usted a Magout?
-Eh… sí, ese…
-Le comunicaré con él, no corte…
-Gracias.
Tuuu… rututu… tururuuuuuu….
-¿Diga?
-¿Señor Magout…?
-No… creo que pasaron mal la llamada, traspasaré la comunicación, disculpe…
Tuuu… rututu… tururuuuuuu….
-Hola, aquí el señor Magout ¿con quién hablo?
-Eh… con Vian… usted me pidió una novela hace un tiempo, luego del concurso…
-¿Usted es el chileno?
-Eh… sí, bueno… un chileno… somos hartos.
-Sí, me refería al del concurso, al que le pedí la novela…
-Sí, ese soy yo.
-Pues me alegro de hablar con usted, Vian… ¿Supongo que llama para saber si leí su novela?
-Sí.
-Pues la leí. Al revés y al derecho.
-Al revés debe resultar extraña.
-Es un decir, Vian, es una frase que hace referencia a que…
-Si sé a qué hace referencia, era una broma.
-Ah… es que lo dice usted con un tono serio… ¿quiere saber qué me pareció?
-¿La novela?
-Claro.
-De acuerdo.
-Mmm… pues la verdad es que me descolocó un tanto… es decir, me gusta, no es que me desagrade, pero… no sé cómo decírselo…
-¿Me faltó una tilde?
-No. No es eso. Es más que eso…
-¿Dos tildes?
-No.
-¿Tres?
-No son tildes, Vian, es cuestión de plagio.
-¿Cómo de plagio?
-Plagio, copia, usurpación de texto.
-¿Usted está diciendo que mi novela le parece copiada?
-Sí… es una impresión, claro, y por más que la leo y recurro a otros editores, todos me plantean la misma observación, aunque nadie sabe decir verdaderamente cuál es el original.
-Es que yo tengo el original.
-¿A qué se refiere?
-A la novela original. También es mía. Les envié una adaptación.
-¿Me está diciendo que existe otra novela anterior a esta y que usted la adaptó y nos envió dicha adaptación?
-Más o menos… es decir, no existe un original concreto… es solamente que no da cuenta de algo original… no se puede…
-¿Cómo no se puede?
-No se puede ser original. No hablo de la historia, claro, sino que todo nace gastado.
-¿Se refiere a que todo se ha escrito, que todo se ha dicho?
-No. Al contrario. Nada se ha dicho… pero se trata acá de que las cosas no comienzan realmente cuando se las crea…
-¿Como lo de las guaguas que nacían viejas en el pueblo donde transcurre su novela?
-Casi, pero eso es distinto… me refiero más bien a que el mundo fue inventado antiguo… y nosotros, claro, adentro del mundo.
-¿Nosotros fuimos creados antiguos?
-Fuimos creados con piezas ya usadas, de ahí el eco y el desgaste…
-Pues para serle sincero, Vian, eso también me suena a plagio.
-Usted puede tomarlo como quiera señor Magout.
-Pero si pienso que es un plagio no publicaré su novela, ¿no lo entiende?
-Lo entiendo, pero es que justamente lo llamaba para que no la publicase.
-¿Llamó para que no la publicase?
-Exacto.
-¿Y por qué?
-Porque mi novela me suena a plagio.
-¿Lo admite usted entonces?
-¿Qué cosa?
-Que copió su novela.
-No lo admito, solo digo que me suena a eso, igual que su vida, o que esta conversación, o el proceso que se sigue para publicar algún escrito.
-¿Todo es plagio entonces?
-No. Pero todo es viejo. De hecho, creo que no debiesen emplearse los verbos en presente.
-No lo entiendo…
-No debiese decirse "yo amo", por ejemplo, sino "yo amé"…
-¿Porque no hay presente?
-No, al contrario: porque todo es presente, pero está gastado… todo es actuación de algo que ya hicimos… como jugar a las compras con dinero verdadero, pero que ya perdió su valor…
-¿Y qué se podría hacer entonces?
-Se podría hacer nada, pero con estilo.
-¿Eso es una broma, de nuevo?
-No.
-¿Y no va a presentarme tampoco otra novela?
-No. Al menos en 14 años.
-¿Va a estar 14 años escribiendo una novela?
-No. Voy a terminar de gastar las piezas que tengo para creer y emprender luego el proceso de la fe.
-¿Está hablando de Dios?
-No. Estoy hablando del creer sin certezas ni razones válidas. Una obra después de 14 años.
-¿Y qué va a hacer entonces durante ese tiempo?
-No sé… jugar con mis propios verbos, quizá… hasta que todo sea pasado… hasta que todo sea "amé" y no "amo", por ejemplo.
-Bueno… al menos el pasado nos da certezas.
-Es bonita frase esa…
-¿Cuál?
-Esa, de que el pasado nos da certezas… aunque me suene a plagio…
-Sí, puede que tenga usted razón, Vian…
-Por supuesto, siempre la tengo en mis escritos.
-¿Entonces esto también…?
-Sí, también será escrito, y será pasado, y se convertirá en certeza…
-Pues debiese haberme avisado, para decir cosas más importantes…
-Es que nada avisa, señor Magout, y uno se acuerda de golpe, simplemente, de sus promesas.
-…
-…
-¿Por qué no aprovechó de terminar con esa frase, Vian?
-Es que quería pedirle que me dejara con el sonido de llamada en espera… ¿puede ser?
-¿El “tuuu… rututu… tururuuuuuu…”?
-Ese mismo.
-Pues no lo haré, Vian. Me parece un mal final.
-Pero es que aquí mando yo, mejor no discuta… y además así dejamos la música esa en espera unos 14 años.
-¿Y después?
-Y después veremos. Tal vez para entonces, ya signifique algo.
-Disculpe. Llamaba para preguntar qué sucedió con mi novela.
-¿Qué novela?
-La novela que ustedes me pidieron revisar, para una posible edición.
-Ya… pero ¿con quién hablo?
-Con Vian. El autor de la novela.
-De acuerdo señor Vian, pues verá, acá recibimos muchas novelas así que le pediría que pudiese usted explicarse de mejor forma.
-De acuerdo, lo intentaré.
-¿Recuerda qué editor estaba a cargo de la lectura?
-Creo que su apellido era algo así como Magoo…
-¿Magout…? ¿Se refiere usted a Magout?
-Eh… sí, ese…
-Le comunicaré con él, no corte…
-Gracias.
Tuuu… rututu… tururuuuuuu….
-¿Diga?
-¿Señor Magout…?
-No… creo que pasaron mal la llamada, traspasaré la comunicación, disculpe…
Tuuu… rututu… tururuuuuuu….
-Hola, aquí el señor Magout ¿con quién hablo?
-Eh… con Vian… usted me pidió una novela hace un tiempo, luego del concurso…
-¿Usted es el chileno?
-Eh… sí, bueno… un chileno… somos hartos.
-Sí, me refería al del concurso, al que le pedí la novela…
-Sí, ese soy yo.
-Pues me alegro de hablar con usted, Vian… ¿Supongo que llama para saber si leí su novela?
-Sí.
-Pues la leí. Al revés y al derecho.
-Al revés debe resultar extraña.
-Es un decir, Vian, es una frase que hace referencia a que…
-Si sé a qué hace referencia, era una broma.
-Ah… es que lo dice usted con un tono serio… ¿quiere saber qué me pareció?
-¿La novela?
-Claro.
-De acuerdo.
-Mmm… pues la verdad es que me descolocó un tanto… es decir, me gusta, no es que me desagrade, pero… no sé cómo decírselo…
-¿Me faltó una tilde?
-No. No es eso. Es más que eso…
-¿Dos tildes?
-No.
-¿Tres?
-No son tildes, Vian, es cuestión de plagio.
-¿Cómo de plagio?
-Plagio, copia, usurpación de texto.
-¿Usted está diciendo que mi novela le parece copiada?
-Sí… es una impresión, claro, y por más que la leo y recurro a otros editores, todos me plantean la misma observación, aunque nadie sabe decir verdaderamente cuál es el original.
-Es que yo tengo el original.
-¿A qué se refiere?
-A la novela original. También es mía. Les envié una adaptación.
-¿Me está diciendo que existe otra novela anterior a esta y que usted la adaptó y nos envió dicha adaptación?
-Más o menos… es decir, no existe un original concreto… es solamente que no da cuenta de algo original… no se puede…
-¿Cómo no se puede?
-No se puede ser original. No hablo de la historia, claro, sino que todo nace gastado.
-¿Se refiere a que todo se ha escrito, que todo se ha dicho?
-No. Al contrario. Nada se ha dicho… pero se trata acá de que las cosas no comienzan realmente cuando se las crea…
-¿Como lo de las guaguas que nacían viejas en el pueblo donde transcurre su novela?
-Casi, pero eso es distinto… me refiero más bien a que el mundo fue inventado antiguo… y nosotros, claro, adentro del mundo.
-¿Nosotros fuimos creados antiguos?
-Fuimos creados con piezas ya usadas, de ahí el eco y el desgaste…
-Pues para serle sincero, Vian, eso también me suena a plagio.
-Usted puede tomarlo como quiera señor Magout.
-Pero si pienso que es un plagio no publicaré su novela, ¿no lo entiende?
-Lo entiendo, pero es que justamente lo llamaba para que no la publicase.
-¿Llamó para que no la publicase?
-Exacto.
-¿Y por qué?
-Porque mi novela me suena a plagio.
-¿Lo admite usted entonces?
-¿Qué cosa?
-Que copió su novela.
-No lo admito, solo digo que me suena a eso, igual que su vida, o que esta conversación, o el proceso que se sigue para publicar algún escrito.
-¿Todo es plagio entonces?
-No. Pero todo es viejo. De hecho, creo que no debiesen emplearse los verbos en presente.
-No lo entiendo…
-No debiese decirse "yo amo", por ejemplo, sino "yo amé"…
-¿Porque no hay presente?
-No, al contrario: porque todo es presente, pero está gastado… todo es actuación de algo que ya hicimos… como jugar a las compras con dinero verdadero, pero que ya perdió su valor…
-¿Y qué se podría hacer entonces?
-Se podría hacer nada, pero con estilo.
-¿Eso es una broma, de nuevo?
-No.
-¿Y no va a presentarme tampoco otra novela?
-No. Al menos en 14 años.
-¿Va a estar 14 años escribiendo una novela?
-No. Voy a terminar de gastar las piezas que tengo para creer y emprender luego el proceso de la fe.
-¿Está hablando de Dios?
-No. Estoy hablando del creer sin certezas ni razones válidas. Una obra después de 14 años.
-¿Y qué va a hacer entonces durante ese tiempo?
-No sé… jugar con mis propios verbos, quizá… hasta que todo sea pasado… hasta que todo sea "amé" y no "amo", por ejemplo.
-Bueno… al menos el pasado nos da certezas.
-Es bonita frase esa…
-¿Cuál?
-Esa, de que el pasado nos da certezas… aunque me suene a plagio…
-Sí, puede que tenga usted razón, Vian…
-Por supuesto, siempre la tengo en mis escritos.
-¿Entonces esto también…?
-Sí, también será escrito, y será pasado, y se convertirá en certeza…
-Pues debiese haberme avisado, para decir cosas más importantes…
-Es que nada avisa, señor Magout, y uno se acuerda de golpe, simplemente, de sus promesas.
-…
-…
-¿Por qué no aprovechó de terminar con esa frase, Vian?
-Es que quería pedirle que me dejara con el sonido de llamada en espera… ¿puede ser?
-¿El “tuuu… rututu… tururuuuuuu…”?
-Ese mismo.
-Pues no lo haré, Vian. Me parece un mal final.
-Pero es que aquí mando yo, mejor no discuta… y además así dejamos la música esa en espera unos 14 años.
-¿Y después?
-Y después veremos. Tal vez para entonces, ya signifique algo.
Quizás sea cierto eso del desgaste permanente del presente...angustia, pero me suena muy cierto...en una de esas es porque alguna vez ya lo había presentido jejejeje
ResponderEliminarUn abrazo.
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