martes, 5 de mayo de 2020

Una luz breve.


I.

Algo en los ojos.

Una luz breve.

Entró y no salió.

Fue a morir ahí.

O a transformarse en otra cosa.


II.

Al amanecer, digamos.

La luz breve.

Un rayo separado de los otros.

Una luz que no quería planear.

Que no quería caer.

Que no quería morir lento.


III.

En los ojos, la luz.

Bajo los párpados, cerrados de inmediato.

Como en una trampa para aves.

Luz precipitada.

Una luz que quería ser vista.


IV.

La luz en los ojos.

Viva y buscando transformarse.

Déjame aquí, no los abras.

Eso dice.

Palpita, la luz.

Palpita la luz dentro de la luz.

Todo lo demás es muerte.


V.

Algo en los ojos.

Algo que no es ceniza.

Eso es lo que se ha precipitado.

Una luz breve.

Una astilla de sol.

Brisas de fuego en un cenicero.


VI.

No abrir los ojos.

Dejar la luz dentro.

Mientras quema lo que sabes, dejarla dentro.

Si no viviste ya es tarde.

Tarde para vivir lo que no viviste.

Mientras quema lo que eres, dejarla dentro.


VII.

No estés triste.

Una luz breve vino hasta tus ojos.

Déjala que borre, lo que no has sido.

No te defiendas.

No pienses en vivir ni en morir.

No ensucies la luz, con esas palabras.

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