lunes, 18 de mayo de 2020

Un poema igual a este.


I.

Escribí una vez
un poema igual a este.

Solo que este,
ahora,
ha dejado de ser
un poema.

Usted coincidirá,
espero,
en esta apreciación:

Un poema es,
sin duda,
otra cosa.

Otra cosa
más bella.


II.

Ocurre,
sin embargo,
que uno busca siempre
repetirse,
confundiendo de paso
unos conceptos
con otros.

Nacieron así
incontables bibliotecas
muñecas inflables
y hasta las flores de plástico.

No es algo nuevo,
por supuesto,
ya les dije
que hace tiempo
escribí un poema
igual a este.

Igual a esto,
corrijo,
que ya no es
un poema.


III.

Wingarden dijo hace años
que un poema es bello
solo cuando es necesario.

Él, sin embargo,
murió sin escribir
poema alguno.

Tal vez hizo lo correcto,
no lo sé.

Me lo imagino a menudo
al borde de un río
mirándolo sin sed
dejando correr el agua.

Sin sed,
corrijo,
de esa agua.


IV.

Escribí una vez
un poema igual a este,
decía en un inicio.

En el primer inicio
y también en este.

Ni su forma
ni su contenido
diferían mucho
de lo que acá
se encuentra.

Pero muchas cosas,
sin embargo,
han cambiado.

Las enumeraría,
pero no quiero
comenzar a escribir
a esta altura
listados innecesarios.

No los tenía el primer poema
ni tampoco
tendrán cabida acá.

Serán como un río,
simplemente,
que dejaré pasar.

Un poema es otra cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales