“Sin mí en mi casa.
Sin ellos”
S. B.
El sol llega hasta los árboles de una forma que comprendo.
Y como comprendo, yo mismo recibo el sol junto a los árboles.
Observamos entonces la sombra, crecer junto a nosotros.
Y por un momento recibir el sol es como recibir la vida.
E incluso tenemos la ilusión de comprender ambas.
El sol llega hasta los árboles de una forma que comprendo.
Y como comprendo, yo mismo recibo el sol junto a los árboles.
Allá el sol, decimos, mientras lo sentimos en la piel.
Y lo sienten las hojas, las piedras y hasta el agua, mientras todo
ocurre.
Y no podemos, por lo mismo, lamentar su distancia.
El sol llega hasta los árboles de una forma que comprendo.
Y como comprendo, yo mismo recibo el sol junto a los árboles.
Y si por alguna razón su contacto cambia, no me altero.
No exijo explicaciones ni me lamento en lo absoluto.
No miro directo al sol, en definitiva, pues he aprendido que no es
necesario.
El sol llega hasta los árboles de una forma que comprendo.
Y como comprendo, yo mismo recibo el sol junto a los árboles.
Llegará la noche, es cierto, pero no viene a destruir nada.
El fin del mundo y la caída de una hoja serán, finalmente, la misma
cosa.
Y aquel que no comprenda llorará por ello, pero llorará en vano.
"Lo imaginé con cinco voces diferentes, una por estrofa. Cinco hermanas, o hermanos, pausadamente. Diciendo una estrofa cada uno, bajo el sol."
ResponderEliminarY aunque no lo comprendiésemos el sol llegaría igual, y se sucedería del mismo modo, no solo en un principio y un fin diarios, sino en su alternancia de diversa intensidad, y nuestra vida es un poco, o bastante como esa galopada del sol, inagotable. Me ha gustado tu texto, lo derives por significados que tú sabrás mejor que nadie.
ResponderEliminarhttps://laantorchadekraus.blogspot.com/2020/03/cuentos-indomitos-baobab-la.html
Sí, le saqué eso, y se desapareció una estrofa.
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