lunes, 23 de marzo de 2020

Un auto contra un árbol.


Estrelló el auto contra un árbol. No sabemos si fue intencional. El árbol resistió, pero el auto se hizo pedazos. Luego que oímos e impacto salimos a ver lo que ocurría y eso fue lo que observamos: un auto hecho pedazos, que se había estrellado contra un árbol. Nos mantuvimos a distancia, en un inicio, por si ocurría una explosión, pero luego nos acercamos al lugar. A mí me pareció ver los restos del hombre que había ido manejando. Entre los fierros, por supuesto. Tengo la imagen borrosa, pero me parece que tenía lentes y era un poco calvo. Nadie más notó eso, de los que estábamos ahí, pero al final resultó ser cierto. Los bomberos lo informaron de esa forma y encontraron también los restos de una mujer, que nadie había visto. De hecho, creímos que era mentira hasta que vimos que sacaban otro cuerpo y lo tendían a un costado, cubriéndolo con plástico. También, desde los restos, los bomberos dejaron algunas cosas a un costado. Un bolso, una cartera y otras pocas cosas que se encontraban rotas y manchadas y que no pudimos distinguir de qué se trataban. Durante las horas que siguieron, se llevaron los cuerpos, los restos del auto y las cosas que habían encontrado. Esa misma noche, a escondidas, salí de casa y me trepé al árbol. Se había dañado un poco y estaba ladeado, pero en general seguía estando firme, como antes. Pasé mucho tiempo mirando hacia abajo y hacia arriba del árbol, entre las ramas, sin pensar nada en específico. Cuando escuché que me llamaban me quedé en silencio, y dejé que fueran de un lado a otro, buscándome y gritando como locos porque no me veían, porque algo había ocurrido… porque ya no estaba ahí.

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