sábado, 26 de octubre de 2013

Un incidente.


Lo crean o no fui testigo de lo que aparece a continuación en una especie de bar, en Valparaíso.

Dos estudiantes que minutos antes habían leído unos poemas.

Fue más o menos así:


-Tú tenís que acordarte, po hueón… una vez me dijiste el nombre…

-¿Qué nombre?

-El nombre, po hueón… de esa parte que tenemos en el cuerpo donde no alcanzamos a tocarnos…

-Eso sonó maricón.

-No seay hueón, acuérdate… era un punto en la espalda… los japoneses tenían un nombre especial para nombrar eso…

-No me acuerdo…

-Salía en una revista, parece que era un ideograma que también servía para otro concepto, medio abstracto…

-A lo mejor te estai confundiendo… yo no recuerdo nada de…

-No empecís po, heón… si te conozco… después decís que hay momentos pa hablar de algunas cosas… pa mí que no querís decir no más…

-¿Y por qué tendría que haber una palabra pa nombrar un lugar que no se puede ni tocar…? ¿Por qué no dejarlo así no más…?

-¡Viste! ¡Sí sabís el nombre, hueón…!

-No lo sé, hueón… pero de todas formas puede que sea un lugar que hay que dejarlo ahí no más… ni tocarlo ni hablar de él…

-Si la hueá existe se puede nombrar… Además uno sí puede ver ese lugar en el otro…

-Puede ser… Pero sinceramente no recuerdo nada de eso…

-Puta que soy mala onda, hueón… sabís qué… ¡vos mismo soy como ese punto de mierda!

-¿Qué punto?

-Deja de hacerte el hueón… Digo que tú mismo soy un poco como ese lugar que no se toca… No podís negarlo, te gusta moverte pa ese lugar, cuando estamos hablando…

-Quizá… pero todos hacemos eso de vez en cuando… hablemos de otra hueá, mejor…

-No po, hueón… no tenís derecho a irte pa ese lado… no cuando estai hablando con otro, po hueón…

-Mira hueón… de verdad no me acuerdo de qué hablai, pero entiendo el punto… y derecho tengo… además se supone que ese punto es tuyo…

-No po hueón, no es tuyo… y menos cuando hablai con otro…

-¿Y por qué no es de uno?

-Porque por algo no te lo podís tocar po, hueón… por algo solo pueden tocarlo los otros…

-Pero está en uno, por hueón…

-Pero no te lo podís tocar… no funciona así…

-Hablai como si eso fuera un interruptor…

-Y lo es po, hueón… de cierta forma…

-¿Y ahora me vay a decir que evolucionai si otro te lo toca… como Gokú?

-A lo mejor po, hueón… y no lo vay a descubrir si ni siquiera lo querís nombrar…

-…

-¿Y? ¿No me lo vay a decir?

-¡Sabís que, hueón…! Me cansó la hueá… te voy a sacar la cresta si seguís hueando con eso…

-¿Vay a pelear, hueón…?

-Claro que voy a pelear po, hueón…

-Ven pa acá entonces po…

-Voy po, cnchetumare…


Fue entonces que se pusieron a pelear.

Botaron la mesa, unos vasos y hasta me llegó un golpe, por estar muy cerca, en la espalda.

Poco después los separaron y los tiraron a la calle, donde no se escuchó más ruido.

Parece mentira, pero el golpe me llegó justo en esa parte que no me puedo tocar, de la que ellos hablaban.

Esa misma noche, intenté averiguar el nombre por el que discutían, pero no lo encontré.

Y es que hubiese sido un buen título para esta entrada.

Ahora simplemente es una entrada mala. Parejita.

1 comentario:

  1. También lo busqué cuando terminé de leer la entrada... tampoco encontré nada...

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