Sueño con un temblor que abre la tierra.
De la tierra sale un perro que enterré hace un par de años.
Aparece un poco maltrecho, así que lo sacudo y me preocupo de
arreglarlo.
Él se deja, como antaño.
Entonces vuelve la tierra a estremecerse y uno de mis pies se atasca en
una nueva abertura.
Tiro de él, pero no logro zafarme.
Así, pasa el tiempo hasta que comienza a oscurecer.
Y oscurece.
El perro que salió desde abajo, está conmigo, a un metro de distancia.
Me mira como reprochando algo.
Y claro, yo lo miro para que entienda que no.
Y es que no tiene nada que reprocharme, al menos en el sueño.
Entonces vuelve a temblar, pero el suelo está quieto.
Vuelve a temblar, pero es en algún sitio extraño, que no identifico.
La tierra se abre y se cierra, en distintos sitios.
Mi pie se suelta un poco, pero no se libera.
El perro, entonces, me ayuda a tirar del pie y liberarlo.
Y es que se trataba de un buen
perro.
De hecho, luego de un poco de cariño vuelve hasta su grieta.
Lo hace como si fuera necesario… o al menos, esa es la sensación que
transmite.
Me mira una última vez antes de volver a desaparecer.
La tierra tiembla, incluso, antes de apagarse.
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