jueves, 10 de octubre de 2013

Soñé que era el musgo de toda la Tierra.

“Mis pensamientos están contentos.
Solo me da pena saber que están contentos
porque, si no lo supiera,
en vez de estar contentos y tristes
estarían alegres y contentos”
A.C. (F.P.)


Soñé que era el musgo de toda la Tierra.

El musgo que nacía en cada parte de la Tierra.

Un musgo húmedo y pequeño y tan vivo…

¡No sabía que pudiera vivirse tanto!

Y es que soñé que estaba de acuerdo con todo lo vivo…

Es decir… no podía, viviendo así, estar en desacuerdo.

Era como comprender un secreto que todos compartían:

La vida verdadera no cuestiona la vida.

Y toda vida es verdadera.

Así, mientras era el musgo que nacía en toda la Tierra.

Era también, de alguna forma, el agua corriendo en todas direcciones.

Y era el árbol y su piel llena de hormigas que reían.

Y era también un corazón enamorándose.

Entonces, quise observar por mis millones de ojos.

Pero los ojos eran también corazones.

Y por ser también corazones, no sabían mirar sin amar todo lo vivo.

Así, hasta el sol era un regalo...

Y si te fijabas, incluso las aves cantaban para ti.

¡Y es que no sabía que pudiera vivirse tanto!

Es decir, tenía vida de la misma forma en que las flores tienen olor.

Y claro… los ojos recogían belleza, sin darse cuenta.

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