miércoles, 11 de septiembre de 2013

Caminos alternativos.


Sale más largo, es cierto, pero hoy avanzo exclusivamente por caminos alternativos.

Me desvío cuando no me ven, o en medio de una conversación, o hasta demorando un poco y fingiendo que busco algo en el piso. Así, termino siempre escogiendo la ruta más lejana… más ajena incluso a mis propias metas, con tal de no complicar demasiado mi discurso que ya poco se sostiene ante los otros y ante mí mismo.

Por lo anterior, mis caminos alternativos incluyen, por ejemplo, contestar con evasivas o simplemente guardar silencio ante varios temas… Asimismo, me permiten esquivar aquello de lo que debiesen hablar mis entradas y hasta sostenerme frente a los otros, en las clases, guardando todo cuestionamiento que pueda provocar derrumbes.

Ahora bien, sé que no es algo bueno –y no lo digo con orgullo-, pero me gustaría dejarlo en claro por temor a un desgaste mayor y hasta a alguna sorpresa que pueda depararme alguno de esos otros caminos.

 Y es que las palabras se me hacen cada vez más pesadas y las sensaciones más amargas cuando evito temas que exigen de mí algo más que aquello que hoy puedo entregar… y no quiero seguir evadiendo aquellos temas sin al menos hacerlo manifiesto.

---

Trataré de enmendar el rumbo, por supuesto, pero creo que era necesaria esta pausa.

Afortunados los que se levantarán mañana, con el corazón puro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales