“Yo hubiese seguido así el resto del día…
el resto de mi vida.”
Esta es una entrada de emergencia.
Y a la vez algo así como una entrada instantánea.
No es nada para preocuparse, claro.
Aunque nada, ciertamente, es para preocuparse.
Obviaré por tanto el asunto ese de la emergencia
y explicaré brevemente por qué es instantánea…
¿O acaso se ofende usted…?
Me refiero a qué quizá usted ya sabe lo que instantánea…
Sí… pensándolo bien, es muy posible que usted sepa.
Callaré entonces, respecto a eso.
No obstante, apostaría mis primeras ediciones de Sarduy
a qué no sabe usted bien,
el significado de un instante.
No es que yo lo sepa, claro…
Esto es más bien una apuesta sana…
O quizá hasta un regalo… ¿quién sabe?
Y es que si usted comprende lo que significa un instante,
ciertamente no necesita leer a Sarduy,
ni mucho menos estar apostando con una voz extraña,
bastante inconexa
y hasta ausente, si se quiere...
por el significado de una palabra.
Sí,
dije ausente.
Y es que ese es el principal requisito,
para que una entrada de emergencia
e instantánea
funcione.
Sé que n o es importante, claro…
De hecho, como les decía,
sé que nada, realmente, es importante,
por eso, quizá,
se los confieso sin culpa:
No estoy, en este instante.
...yo tampoco...
ResponderEliminarMe ha gustado este poema... tiene el sabor enorme de un instante y de una ausencia.
ResponderEliminarTambién me ha gustado (y el epígrafe más!!)
ResponderEliminarGracias...
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