Veo un pequeño y extraño reportaje –o una nota
televisiva, más bien-, a un estanciero uruguayo que insiste en que una de sus
vacas sabe hablar.
-Es la Domitila –dice el hombre, apuntando hacia un
grupo de animales que está al fondo de un terreno.
Entonces, la cámara que acompaña al hombre avanza
hasta ubicarse junto a la vaca en cuestión.
-Habla poco –explica el hombre-, y se demora en
decir algo… pero habla.
La vaca, en tanto, mira la cámara, indiferente.
-¿Por qué no le dice que nos cuente algo? –pregunta
el periodista.
-¿Algo como qué? –señala el estanciero.
El periodista se lo piensa un poco.
-No sé… podría contarnos tal vez cómo es la vida de
una vaca…
-De acuerdo –dice el hombre-, ya lo escuchó a usted... mañana tendrá la
respuesta.
El periodista entonces parece tomarse a broma lo
que cuenta el estanciero y agrega irónicamente que quizá el lenguaje de la vaca
funcione tan lento debido a que cada palabra debe ser digerida por los
distintos estómagos del animal.
Luego, la nota continúa con la visita del periodista al
estanciero el día siguiente.
-¿Ahora sí va a responder Domitila? –pregunta el
periodista.
-Ya respondió esta mañana –contesta el estanciero.
La nota entonces adquiere un tono jocoso, burlándose
del hombre que, sin embargo, sigue hablando seriamente sobre la capacidad de su vaca.
-¿Y qué fue lo que dijo Domitila sobre la vida de
las vacas? –pregunta hacia el final de la nota, el periodista.
El estanciero saca entonces un papel doblado de uno
de sus bolsillos.
-Lo anoté para que no se olvidara… -comenta,
mientras lo desdobla-, aquí está… dijo: “nadie hoy tiene derecho a hablar sobre
la vida”…
Así, luego de esta pequeña nota freak, el presentador
del noticiario dijo que pasaría a un tema serio y comenzó a hablar sobre los
bombardeos en Palestina.
Yo apagué el televisor.
jejee un lujo lo suyo!
ResponderEliminar=)
Gracias por despertarme una sonrisa!
P.d
¿y no tendré el gusto de recibir su retrato para participar dela tarjeta navideña?