Mejor así.
Que se quiebren los espejos
y las aves no bajen más a tierra.
Que vernos
y alejarnos
sea ya imposible.
Mejor así.
Centremos la atención
en el mundo más cercano,
y que el sueño y la belleza
se descubran como simples
evasiones.
¡Y es que cuántos hay
que arrancan de sí mismos
cuando escriben!
Yo conozco a varios.
Hablan de temáticas,
de técnicas
y hasta de formas,
mientras se venden
al que antes llamaron enemigo.
Mejor así.
Lo que pasa es que uno crece,
te dicen,
pero no es verdad.
Nada crece.
Simplemente es la impureza
lo que dilata el cuerpo de los hombres
y luego los arruga.
Ellos también lo saben,
pero prefieren hablar
de otras cosas:
Pensamiento político.
Avance espiritual.
Creación artística.
Todo por encubrir
la vergüenza que existe
cuando hablamos honestamente
de nosotros mismos.
Y es que debiera darnos vergüenza.
El arte no puede existir
mientras exista hambre
en nuestros semejantes.
Ni debiésemos hablar de Dios,
ni de salvación
ni de estar enamorados…
Debiesen de haber prioridades.
Las flores debiesen no brotar,
el sol esconderse bajo tierra
y aprender recién entonces
a forjar una belleza
que nos permita mirar a los otros
llenos del hermoso cansancio
que produce
el haber luchado
por lo que creímos justo
con todas nuestras fuerzas.
¿Mejor así?
No estoy seguro.
De chico recuerdo, por ejemplo,
que un vendedor
vecino al colegio
se llamaba Prójimo.
Don Prójimo, le decían,
y se burlaban de él,
y le robaban los dulces
y le exigían más vuelto,
y hasta la dueña del colegio
terminó estafándolo
para robarle su propiedad.
Y claro…
yo escribía mientras tanto
y crecíamos
y hasta creíamos enamorarnos…
Todo porque preferimos aprender
que era muy poco lo que se podía hacer
para cambiar el mundo.
Pero claro…
es mejor así,
te dicen...
Y a nuestros hijos incluso
les enseñamos lo mismo.
Y los llevamos de vacaciones,
y les mostramos el mar
y las supuestas cosas bellas.
Así,
incluso los aplaudimos
cuando llegan a situarse
por sobre los demás.
Y es que son muy niños.
O están cambiando.
O no hay que preocuparlos.
…
Mejor que obtengan
una buena profesión.
Que nos den nietos.
Que sean felices.
…
¿No les parece extraño?
Se los pregunto sin ironía,
ni rencor
ni superioridad alguna.
Es simplemente que hay algo en todo esto
que no me convence…
¿Qué…? ¿Mi pensamiento?
Pues en principio,
que hay que desconfiar de la belleza,
del texto bien escrito
y del supuesto artista que pretende vivir
con dineros provenientes de un sistema
que él sabe equivocado…
Todo lo demás
ya está dicho
o esbozado.
Y al menos hoy,
no voy a repetirlo.
Que se quiebren los espejos
y las aves no bajen más a tierra.
Que vernos
y alejarnos
sea ya imposible.
Mejor así.
Centremos la atención
en el mundo más cercano,
y que el sueño y la belleza
se descubran como simples
evasiones.
¡Y es que cuántos hay
que arrancan de sí mismos
cuando escriben!
Yo conozco a varios.
Hablan de temáticas,
de técnicas
y hasta de formas,
mientras se venden
al que antes llamaron enemigo.
Mejor así.
Lo que pasa es que uno crece,
te dicen,
pero no es verdad.
Nada crece.
Simplemente es la impureza
lo que dilata el cuerpo de los hombres
y luego los arruga.
Ellos también lo saben,
pero prefieren hablar
de otras cosas:
Pensamiento político.
Avance espiritual.
Creación artística.
Todo por encubrir
la vergüenza que existe
cuando hablamos honestamente
de nosotros mismos.
Y es que debiera darnos vergüenza.
El arte no puede existir
mientras exista hambre
en nuestros semejantes.
Ni debiésemos hablar de Dios,
ni de salvación
ni de estar enamorados…
Debiesen de haber prioridades.
Las flores debiesen no brotar,
el sol esconderse bajo tierra
y aprender recién entonces
a forjar una belleza
que nos permita mirar a los otros
llenos del hermoso cansancio
que produce
el haber luchado
por lo que creímos justo
con todas nuestras fuerzas.
¿Mejor así?
No estoy seguro.
De chico recuerdo, por ejemplo,
que un vendedor
vecino al colegio
se llamaba Prójimo.
Don Prójimo, le decían,
y se burlaban de él,
y le robaban los dulces
y le exigían más vuelto,
y hasta la dueña del colegio
terminó estafándolo
para robarle su propiedad.
Y claro…
yo escribía mientras tanto
y crecíamos
y hasta creíamos enamorarnos…
Todo porque preferimos aprender
que era muy poco lo que se podía hacer
para cambiar el mundo.
Pero claro…
es mejor así,
te dicen...
Y a nuestros hijos incluso
les enseñamos lo mismo.
Y los llevamos de vacaciones,
y les mostramos el mar
y las supuestas cosas bellas.
Así,
incluso los aplaudimos
cuando llegan a situarse
por sobre los demás.
Y es que son muy niños.
O están cambiando.
O no hay que preocuparlos.
…
Mejor que obtengan
una buena profesión.
Que nos den nietos.
Que sean felices.
…
¿No les parece extraño?
Se los pregunto sin ironía,
ni rencor
ni superioridad alguna.
Es simplemente que hay algo en todo esto
que no me convence…
¿Qué…? ¿Mi pensamiento?
Pues en principio,
que hay que desconfiar de la belleza,
del texto bien escrito
y del supuesto artista que pretende vivir
con dineros provenientes de un sistema
que él sabe equivocado…
Todo lo demás
ya está dicho
o esbozado.
Y al menos hoy,
no voy a repetirlo.
"El esfuerzo que ofrezca no cambia nada. El humano nace, se reproduce y muere. Debería perder su capacidad de asombro. La innovacion siempre trae algún muerto..."
ResponderEliminarSi "Mejor así" es estar vivo con los ojos cerrados (un montón de letras "h"), "Peor así" es entonces morir con los ojos abiertos.
Hena.-