miércoles, 6 de julio de 2011

De ocioso.

.
Encuentro una caja con fotos viejas.
Muy viejas.
Fotos familiares tomadas cuando yo estaba recién nacido
y no tenía blog.

Por lo mismo,
esas fotos muestran cosas
que son imposibles
que ustedes sepan…

Y claro,
puede que no les interesen.

Pero se las cuento igual.

De ocioso.

Una de esas cosas tiene que ver
con presencias animales
cerca de mi cuna
principalmente la de un perezoso que se ve siempre
como una mancha sobre un árbol
que estaba junto a mi ventana,
y del que una vez comenté algo acá
hace mucho,
según recuerdo.

Otras presencias son las de un mono,
que era mascota de un vecino,
y hasta la de una culebra,
que mis padres fotografiaron dentro de mi cuna
una vez que llegamos de un viaje
y la encontramos ahí,
según me cuentan.

Yo, en cambio,
no tengo memoria alguna
de esa época,
salvo el rostro del perezoso que dicen que una vez
lo encontraron peligrosamente cerca mío,
en el patio,
aunque supuestamente yo era entonces muy pequeño
para recordar.

Tan poco recuerdo,
de hecho,
que hubo un tiempo que veía esas fotos
exclusivamente para encontrar
trucos o detalles que demostraran
que yo no era el de esas imágenes,
y que todo era algo así como un montaje…
pero claro,
esa es una de las cosas que nunca
terminé de demostrar.

El resultado de eso, sin embargo,
fue un muy temprano diagnóstico de psicosis,
que casi fue revertido cuando llevé a escondidas
al sicólogo,
una foto de mi madre
supuestamente embarazada,
donde se veía un trozo de cojín
que bajo las ropas,
simulaba la barriga.

“Es que no teníamos fotos de esa época”
explicó esa vez mi madre,
y yo fingí que le creía,
y mi diagnóstico cambió
y fui considerado nuevamente normal
y apto para la vida familiar.

Sin embargo,
luego descubrí cambios en fechas,
o en el pasaporte que tuve
para mi ingreso a Chile,
y algunas fotos y documentos desaparecieron,
e interiormente tuve que ir admitiendo una verdad:
“La gente miente”.

Lo malo de eso,
era que te ibas alejando poco a poco de los otros,
y al mirarlos a los ojos y crecer
llegabas de pronto a entender otras cosas
mucho más dolorosas:

“La gente que te ama también miente
y puedes vivir una vida engañado;
erróneamente confiando en el mundo
o en los demás
sin sospechar de ello…”

Y sí, debo reconocer que quizá
esa fue una de las razones
que me llevaron hasta los libros
como si fuesen algo así como un refugio,
donde supuestamente la gente era más honesta
y uno podía estar a salvo
del daño…

¡Pero hasta ahí había mentiras!

Y cuando las personas que te aman mienten,
y cuando hasta Cortázar miente
y cuando creces y ves que todos juegan a mirarse a los ojos,
y hablan de amor, y de arte, y de familia…
no queda más que sumarse al grupo
y revolcarse en la misma mierda que intentaste esquivar, antaño…

Y es entonces cuando uno prefiere decir
que escribe de ocioso
a confesar que lo hace simplemente para decir
que la vida es una cosa mucho más valiosa
y limpia
que aquello en lo que la transformamos,
y que mentirle a los otros es simplemente otra forma
de mentirnos a nosotros mismos
e ir perdiendo valor,
como el dólar…

Y es que eso es lo que veo cuando miro fotos viejas,
y cuando me fijo que en ellas un niño
o cualquier persona, vive confiando en los otros,
sin saber que le están mintiendo…

¿Pero saben?
no duele, verlo a él, engañado,
sino ver a los otros, engañando…
aunque esto cueste comprenderlo.

Y el sicólogo que me diagnosticó psicosis,
con un anillo de matrimonio y la foto de su familia
sobre el escritorio,
resultó que tenía al menos una amante,
al igual que la han tenido alguna vez
la totalidad de los amigos casados que conozco,
por poner simplemente algún ejemplo…

Y no es ser mamón, ni moralista, ni hipócrita,
sino simplemente revelar lo que somos,
o jugar mostrando las cartas…
dar la cara, en definitiva,
en vez de llamar psicótico -¡aunque lo sea!-,
al que vio como eran ustedes
realmente,
y se enfermó por ello.

2 comentarios:

  1. las mentiras no me gustan, mi mama dice que cuando miento muevo la nariz de una forma delatadora... asi que nada... deje de intentarlo...es refome que te delate una parte de tu cuerpo... creo que alguna vez por ahi lo escribi, es como bien poco chic, pero en fin...
    Y... si todos mienten, nosotros tambien lo hacemos al escribir?

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales