domingo, 9 de enero de 2011

Un pequeño Vian en la palma de mi mano.

.
-¡Hey, Vian…! ¡Mira!

-¿Quién es?

-Mira abajo.

-¿Dónde?

-Abajo po hueón, junto a tus pies.

-No se ve nada, ¿quién habla?

-Mira bien po, hueón, aquí estoy.

-¡Qué mierda! ¿Me está hablando un pie?

-¡No! ¡Estoy al lado! Mira, estoy levantando un brazo, ¿me ves?

-¡Chucha! Pero si es un hueón pequeñito…

-Mmm… por el asombro no más te acepto lo de hueón…

-¿Pero qué onda? ¿Estoy borracho…?

-No. Ni es por el calor tampoco… existo no más…

-¿Pero por qué?

-¿Cómo que por qué? Uno existe no más po, hueón, no hay na que hacerle…

-Si po, es verdad… pero al menos pa uno es más justo… tú soy chico y más encima tenís cara de aproblemado…

-Pero si tengo tu cara, hueón…

-¿Cómo?

-Mírame de cerca… ¡Pero no te agachís, que se va a ver raro…!

-¿Y cómo hago?

-Levántame po hueón… como King Kong con la mina, en la película…

-… ¿Así?

-Sí, pero no apretís… tú pon la mano y yo me subo…

-…

-¿Me veís bien ahora?

-¡Pero si llevay mi misma ropa!

-¿No te lo dije?

-Pero a ti te queda un poco más mal, parece…

-Yo te iba a decir lo mismo.

-Oye, ¿pero qué onda? ¿Tú soy como un muñeco vudú mío…?

-No, hueón, y ni se te ocurra probar con alfileres o cosas, mira que soy el último que te quedo…

-¿Cómo…? ¿Había más como tú allá abajo?

-Y no sólo abajo, estabay rodeado de otros, pero ahora quedo yo no más…

-¿Y para dónde se fueron?

-¿Quiénes?

-Los otros po… ¿También eran como yo?

-Primero, no sé pa dónde se fueron… y segundo, deja de darte importancia, no eran “como tú”… tú no eres la medida de nada…

-Pero es que tú eres igualito a mí…

-Si sé. Y no me hace gracia. Pero yo soy así no más, por las mismas razones que tú… y tengo los mismos derechos…

-Entiendo, disculpa, pero… es que no termino de entender…

-Di mejor que no empiezas… ¿o es que acaso entiendes algo?

-Entiendo que estoy hablando con un ser igual a mí, sólo que en pequeño…

-Pero ¿tienes alguna hipótesis de dónde vengo, acaso?

-Por lógica, tiene que ser de mí… como de una piñata… la vida me agarró a palos y de la piñata que era yo, saliste tú y los ustedes que ya no están…

-Eres demasiado iluso, Vian. Ya te dije que no eres el centro de nada… Piensa mejor que somos una especie de dobles…

-Viste que igual hablas como si yo fuera el importante…

-Piensa que los dos somos dobles, quería decir.

-¿De quién?

-Uno del otro… piensa que estamos unidos, que somos inseparables, como uña y mugre…

-Bueno, pero yo soy la uña.

-…

-…

-¿Puedo seguir?

-Sí, por favor.

-El caso es que todos los como ustedes tienen dobles pequeñitos… todos los hombres me refiero…

-¿Todos?

-Todos.

-¿Hasta los hombres que ya son pequeñitos?

-Sí, hasta esos. Lo que sucede es que como nadie se fija, nosotros vamos desapareciendo: nos pisan, nos aplastan cuando voltean rápido en la cama…

-¿Duermen con nosotros?

-Sí. No podemos evitarlo… somos como satélites…

-¡Qué triste!

-¿Qué cosa?

-Ser como satélite… andar en torno a algo, todo el tiempo…

-¿Y acaso los planetas no giran también alrededor de algo…?

-¡Espera! ¿Me estás diciendo que yo también soy un hombre pequeñito que está cerca de los pies de otro hombre más grande?

-No podría afirmar eso, aunque es posible. De hecho, yo mismo sobrevivo aún, sólo porque entendí a tiempo que yo no era el centro de mi mundo.

-¿Cómo…? ¿Pero no te dabas cuenta que andabas en torno mío, todo el tiempo?

-Para nada. Ni siquiera me fijaba en que había algo vivo, semejante a mí, fuera de mí…

-¿Y por eso mueren los otros?

-No sé si “por eso”, pero al menos tendrían más oportunidades de salvarse si se dieran cuenta…

-Pero es más fome así…

-¿Cómo?

-Así po, sabiendo que uno es un doble y que anda girando en torno a otro…

-Pero es que no sé si es en torno a un otro, necesariamente…

-¿Qué quieres decir?

-Eso… que he aprendido a verte no como un otro… sino como un doble… pero hechos de lo mismo…

-Como un doblez entonces…

-Puede ser… sí, como un doblez, sólo que salió irregular y uno de los lados quedó notoriamente más grande que el otro…

-Entiendo.

-A todo esto, ¿has leído o escuchado algo sobre las lunas de Marte?

-Mmm, creo que sí… ¿Fobos y Deimos?

-Sí. Esas.

-¿Qué pasa con ellas?

-¿No recuerdas nada raro en ellas?

-Recuerdo que supuestamente los habitantes de Laputa, la ciudad flotante, le hablan de ellas a Gulliver, en el libro de Swift…

-¿Y?

-Que Swift las describe de forma perfecta, incluso refiriéndose a sus órbitas, una de las cuales es la más extraña de todas las que desarrolla un cuerpo natural en el sistema solar…

-Sí, porque está muy cerca de Marte…

-Y porque su peso lleva a suponer que es hueca, o que está hecha de escombros…

-Como Amaltea, en Júpiter…

-No, eso es distinto… además aquí lo importante es que Swift describe esto 150 años antes que se descubran estas dos lunas, y la referencia a la órbita es perfecta.

-Sí, perfecta…

-¿Puedes decirme ahora qué tiene que ver esto contigo?

-Con nosotros.

-Bueno, con nosotros.

-¿Realmente no te das cuenta?

-No… no me doy cuenta.

-¿No te sientes un poco como Fobos, esa luna hueca?

-¿La hecha de escombros, de restos?

-No sé si es tan así… a veces las cosas se vacían, así sin más…

-¿Me quieres decir que tú eres algo así como el único relleno que me queda? ¿Qué perdí todos los demás…?

-No hablo de rellenos, Vian… hablo del interior de nosotros… y del interior de todos…

-…

-Fobos, Vian… Deimos… ¿recuerdas qué significan?

-Miedo… y espanto…

-Sí, Vian… miedo de reconocer que giramos en torno a algo que no somos nosotros… y espanto… terror de reconocernos vacíos, o en proceso de vaciado…

-…

-¿Tienes hijos, Vian?

-Uno. Hoy se quedará a dormir conmigo…

-Tienes suerte, Vian… yo no tengo ninguno.

-Sí, tengo suerte. Nació cuando yo tenía 18, hoy ya tiene 12… ¡Está grande…!

-Sí po… grande… ¿no te hubiese gustado tener otro?

-Hubo un tiempo que sí… me imaginaba una niñita…

-¿Y?

-Pasaron muchas cosas… pero el caso es que hoy mi corazón tiene el tamaño exacto para que quepa mi hijo…

-Eso es egoísta, Vian…

-Yo no achiqué de gusto el corazón, se me fue cerrando, como un puño…

-No es así, Vian, lo que pasa es que los vacíos no se sienten… perdemos consciencia de ellos… al menos por un tiempo…

-¿Cómo?

-Eso… que perdemos consciencia de lo que perdemos… aunque al principio no, por supuesto… Sucede como con los hombres que pierden un brazo… y que siguen sintiéndolo durante algún tiempo…

-¿Y luego?

-Y luego uno se olvida que tuvo brazos… o que quería una hija… o que uno quería ser amado, simplemente…

-¿Y eso no es egoísta?

-¿Qué cosa?

-Lo de querer ser amado.

-No lo creo… las cosas que se necesitan realmente, no pueden ser egoístas…

-¿Sabes? Yo una vez vi como golpeaban a un tipo que seguía a una mujer…bueno no la seguía en realidad… como que la rodeaba… caminaba cerca de ella…

-¿Cómo un satélite?

-Sí, como un satélite. Pero entonces la chica gritó y al hombre-satélite lo persiguieron unos tipos que estaban en un parque.

-¿Y?

-Eso. Lo golpearon. Lo patearon en el suelo y llamaron a la policía… Yo era chico en ese entonces…y no entendí nada cuando el hombre intentaba explicar que sólo quería caminar junto a ella… olerle el pelo… cerrar los ojos…

-¿Cerrar los ojos?

-Sí, mientras olía el pelo… eso decía el tipo al menos, eso recuerdo… Al final, luego que se lo llevaran, recogí un diente de él, que le habían arrancado en la golpiza… y lo enterré con cuidado, junto a unas flores…

-¿Vian?

-¿Sí?

-Parece que te pusiste nervioso y me apretaste mucho…

-¿Cómo?

-Mientras contabas la historia… creo que se me rompieron las costillas…

-¡Pero por qué no me avisaste…! ¡Si estás botando sangre!

-Quería saber el final de esa historia… Además te veías como si estuvieses recuperando algo…

-¡Pero es que te ves mal… te tengo que llevar a algún lado!

-No se puede, Vian… déjame en el suelo, por favor… y entiérrame después, como al diente de ese tipo…

-¡Qué mierda…! ¡Soy tan estúpido…! Discúlpame…

-No eres estúpido…

-Sí lo soy…

-Bueno, un poco… jh jh…

-¿Te estás riendo?

-Sí, pero también me estoy muriendo… acuérdate que soy como tú…

-…

-Bueno tú eres un poco más feo…

-…

-¿Sabes…? Me tinca que vas a tener una hija… algún día… aunque si sigues así… tendría que ser por gemación… agh…

-¿Qué pasa?

-…

-¿Te duele?

-Sólo un poquito, acuérdate que soy chico.

-…

-Buenas noches, Vian.

-…

-…

-Discúlpame.

-.

-Buenas noches.
.

2 comentarios:

  1. yo no achiqué aproposito mi corazón
    el pedro lo hizo
    para que cupiera él y nadie más
    y bueno el pedro no es chiquitito
    pero quizas tenia una miniatura como tú
    y esa se me fué al corazón.
    yo parece que no tengo miniaturas
    quizas yo soy mi miniatura...
    a mi me contaron una vez una historia de un duende
    que alguien lo encerraba en el closet
    supiste esa historia tu?
    todo el mundo la contaba
    creo que era chistosa, pero no me acuerdo cuál era el chiste.
    oye hoy día me dediqué a ordenar mi biblioteca (literalmente)
    :)

    ResponderEliminar
  2. Después de un tiempo, recuperamos la consciencia y los vacíos comienzan a sentirse. Se sienten como la fatiga que produce el hambre...

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales