Cuento/Canción de las zarigüeyas.

Lo entretenido de una canción sobre las zarigüeyas es que uno podría inventar algo así como una coreografía, incluyendo la caída al piso, la rigidez y hasta el sacar la lengua, lo que se supone constituye su modo de protección, ante los depredadores.

Sin embargo, me acabo de enterar que no es un modo consciente de protección, sino que es un colapso nervioso, un estado de coma transitorio, es decir, una verdadera muerte a raíz de un miedo súbito.

Es entonces cuando la canción se traba y debe rehacerse y se le va la gracia y pienso que de hacerse aquel baile la atención no debiera centrarse en esa supuesta muerte, sino en algo que podríamos llamar -quien sabe si arriesgando algo-, resurrección.

0.

Vivir es no saber
Y escribir es buscar huellas
No importa si son bellas
O si saben de amanecer
Lo importante es no tener
Ocultas a las estrellas
Esas que se revelan
O se van para no volver.

Por eso voy a contar
Una historia de zarigüeyas
Pedro él, María ella
Aunque el nombre puede cambiar
Sin que su sangre dispar
Se lance en una botella
Como mensaje que se estrella
En una isla, a mitad del mar.

.
I.

El mundo es siempre tan raro
Pensó Pedro el zarigüeyo
Que intentó colgarse del cuello
Desde lo alto de un gran faro.

María, a la distancia
Quien no conocía a Pedro
Vio la sombra desde un cedro
Y hacia ella corrió con ansias.

¿Quién eres tú, pequeño?
Dijo entonces María
¿Porqué no se ve alegría
En ese rostro sin sueño?

Es que yo no entiendo la vida
Ni la noche, ni el silencio,
Y además sé que no entiendo
A los que dieron la partida.

María quedó pensando
Qué decirle al zarigüeyo
Y así recordó un sueño
Que había estado creando:

Había luz y alimento
Flotando sobre un gran bosque
Y así en el horizonte
Se rehacen los cimientos.

Pedro le dio tres vueltas
A las palabras de María
Y aunque poco entendía
Sintió que había respuesta.

Entonces se prendió el faro
Y Pedro se cayó al suelo
La luz iluminó el cielo
Y sintió como un viento raro.

Y es que el amor de las zarigüeyas
Nace siempre en la noche
Despacio y sin meter boche
Y al amparo de alguna estrella.

II.

Para hacer la historia corta
Me ahorraré los acertijos
Ellos tuvieron seis hijos
Que son lo que más importa.

Y crecieron y se alejaron
Como estaba establecido
Porque la vida tiene sentido
Aunque otros lo forjaron.

Ahora bien, yo les digo
Para el que halló alguna enseñanza
Ponga su vida en la balanza
Para que ésta adquiera sentido.

No es necesario hacer ruido
Ni muertes innecesarias
Oportunidades hay varias
Como silencios en el sonido.

Coro:
*puede cantarse hacia el final o intercalado entre las partes señaladas.

No fingen las zarigüeyas
Muertes innecesarias
Miente wikipedia
Y Disney cada mañana.

Su muerte es tan verdadera
Como el olor del melocotón
Pasa que hay resurrección
Aunque nadie me lo crea. (bis)