Vian jurado de arte innovador, o Unicornio Húngaro en espera.
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“Estoy por un arte que te diga qué hora es,
o dónde está la calle tal.
Estoy por un arte que ayude a las ancianitas
a cruzar la calle.”
Claes Oldenburg.
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La palabra arte me complica sobremanera.
Aunque no se trata de su pronunciación, por supuesto, ni de su ortografía.
La palabra arte me complica porque se me atora en la garganta cuando veo las noticias, o cuando pido un adelanto en el cajero automático, para llegar a fin de mes.
Además, como la palabra está asociada a la idea del “artista”, resulta no sólo ser compleja, sino que pasa también a tener cierto olor a mierda, lo que deriva de paso en ponerme agresivo y hasta serio, lo que resulta ser el indicador más certero, para establecer mi emputecimiento.
Y es que no me interesa aguantar a un sinnúmero de hueones exponiendo teorías que sólo sirven para justificar su falta de talento, o peor aún, su talento desperdiciado…
Pero claro… como uno se ha puesto blando, y además siempre me ha costado decir que no, resulta que de pronto me encuentro de jurado en un concurso de “arte innovador” promovido por la ilustre municipalidad de X, y que otorga una gran cantidad de premios otorgados por una universidad privada, que busca captar nuevos estudiantes.
Los concursantes, por lo demás, han viajado desde distintas localidades a presentarnos su número artístico, con la única condición que no se enmarque dentro de ningún patrón convencional y pueda catalogarse por tanto como innovador, o experimental.
Puede que no me crean, pero entre los concursantes se encontraba uno, por ejemplo, que se metía papel higiénico en la boca y luego de mover su mandíbula, lengua, y supongo que hasta las amígdalas, arrojaba en un platillo una pequeña escultura creada con el papel, al interior de su boca, y hasta le daba un título pomposo: “Unicornio húngaro en espera”.
-¿Qué mierda dijo?
-Unicornio húngaro en espera.
-Chucha…
Lo peor es que después venía un tipo que había hecho una mermelada a partir de los cortes de uñas de toda su familia, y una chica que había pintado rostros en cada una de sus tetas y que había creado un diálogo entre ambas, que hablaba sobre el supuesto origen de la Vía Láctea.
Y claro, luego venía un receso para que los patrocinadores pudiesen hablar de lo que significaba el arte actual y el nuevo campo profesional que la nueva carrera que ellos mismos habían diseñado deparaba para los futuros matriculados.
-Y como queremos que todos resulten ganadores –decía el de la universidad-, hemos decidido regalares la matrícula a todos los participantes, y una beca de un veinte por ciento menos en el arancel, si deciden inscribirse en los módulos que la universidad tendrá dispuesto en la municipalidad, hasta el día de mañana…
Entonces uno veía el movimiento de los jóvenes artistas acercándose a sus padres, que poco o nada entendían del asunto, pero que querían, claro está, la felicidad de sus hijos, a cualquier precio.
-¿Y se puede optar a créditos? –preguntaba un palo blanco.
-Por supuesto, -contestaba el de la universidad-, de hecho ustedes pueden postular en línea gracias al programa de financiamiento total que está disponible gracias a nuestra alianza con el banco insecurity…
Luego, se explicaban algunos requisitos para el crédito, y se les servía a los padres un poco de cerveza que otro de los auspiciadores regionales había llevado en abundancia…
-¿Quiere más cerveza, señor Vian? –me preguntaban a mí, en el intertanto.
-Quiero -decía yo-. Para dilucidar bien.
Y fueron pasando así los minutos… y también las jarras de cerveza negra y espesa que se llenaban como por arte de magia.
Y claro… quizá por lo mismo, tengo borroso todo lo que sucedió después.
Recuerdo por ejemplo, -entre nubes-, a un tipo que presentó una chaqueta cubierta enteramente por ojos de pescado…, y tengo también la imagen de una de mis manos tocando uno de los rostros que presentó la chica de la historia de la vía láctea…
-¿De verdad no te acordai de nada más, hueón? –me pregunta horas después un amigo, que fue además el que me llevó de jurado.
-No po hueón, no me acuerdo.
-¿No te acordai cuando te pasaron el micrófono y te pusiste serio…?
-¿Me puse serio?
-Sí po hueón… te pusiste serio…
Y entonces yo ya sé lo que pudo haber pasado. Y creo entender por qué el tono de voz de mi amigo está algo extraño y comienzo a disculparme…
-No te preocupís hueón –me dice entonces-, además teníai razón en lo que dijiste… después de todo…ese discurso que te sabíai de memoria y que había dicho el tipo ese… ¿cómo era que se llamaba…?
-¿Oldenburg…?
-No, hueón… otro… Wingarden, creo… sí, Otto Wingarden… la raja el discurso…
-Si po, es la raja ese hueón –confirmo yo.
Luego quedamos en vernos de nuevo y en que él me mande su currículum, porque al final no va a trabajar en la universidad privada esa… y me toca a mí conseguirle algún trabajo por ahí, en retribución.
Por último, confieso con cierto temor –nunca se sabe quién puede leer estas cosas-, que encontré en mi bolsillo las medallas de los tres primeros lugares del concurso… aunque no recuerdo con claridad, a quién correspondía, cada una.
a mi no me gusta mucho hablar de arte me cargan un poco algunos artístas yo creo que a todos les cargan esos que tiene peinados y discuten acaloradamente sobre teorías y verdades a mi no me gustan los artistas que quieren hacer una cosa super vanguardista esas que los públicos, también artístas, comentan: "me dejó loco, la cago, la zorra, de otro mundo, tení que ver esta wea, tiene una sencillez conceptual artaudiana, con una mezcla de grotowski, o sea la palabra vanguardía le queda chica" tampoco me gusta el público artísta, me gusta el público general. Yo creo que la cosa es pasarlo bien, invitar a otros si es que quieren mirar, y no llenarse la boca con palabras tan difíciles.
a mi no me gusta mucho hablar de arte
ResponderEliminarme cargan un poco algunos artístas
yo creo que a todos les cargan
esos que tiene peinados y discuten acaloradamente sobre teorías y verdades
a mi no me gustan los artistas que quieren hacer una cosa super vanguardista
esas que los públicos, también artístas, comentan: "me dejó loco, la cago, la zorra, de otro mundo, tení que ver esta wea, tiene una sencillez conceptual artaudiana, con una mezcla de grotowski, o sea la palabra vanguardía le queda chica"
tampoco me gusta el público artísta, me gusta el público general.
Yo creo que la cosa es pasarlo bien, invitar a otros si es que quieren mirar, y no llenarse la boca con palabras tan difíciles.
Señor Vian, se lo digo con respeto, ¿acaso no es usted un artista culiado?
ResponderEliminarTambién con respeto, pero además con rostro:
ResponderEliminarNi culiado
Ni culión (por estos días)
Ni artista.