viernes, 13 de septiembre de 2019

Quiénes éramos nosotros.


Mientras acampábamos en la orilla vimos a dos tipos en un bote, paseando por el lago. Iban en silencio y parecían tranquilos. Uno era mayor que el otro y cuando pasaron cerca nuestro, nos fijamos que le sangraba la nariz. Tal vez por eso el hombre más joven se había quedado definitivamente con los remos, y habían dejado de turnarse.

Nos concentramos en ellos porque no había mucho más que mirar, si observabas el lago. Estábamos sentados en la orilla, sirviéndonos café cada cierto rato, que sacábamos de un termo. Esperábamos que ellos comenzaran a pescar o fueran hacia un sitio en específico, pero se limitaron a avanzar cada cierto rato, por el centro del lago. Comentamos algo sobre ellos, según recuerdo. Sobre qué hacían ahí y lo poco que hablaban. De vez en cuando, ellos también bebían algo, que se servían desde un termo.

Cuando atardeció hicimos una pequeña fogata. Supongo que cocinamos algo, pero no lo recuerdo bien. De vez en cuando mirábamos hacia el lago y veíamos todavía el bote. O la silueta del bote, más bien. Cuando oscureció, el bote volvió a pasar cerca de nosotros. Esta vez, sin embargo, solo vimos la silueta de uno de los hombres. Pensamos que el otro debía dormir, o estar recostado, al menos, en el interior. Como estaba oscuro no distinguimos si él que remaba ahora era el joven o el viejo. Él tampoco, en todo caso, debe haber podido distinguir quiénes éramos nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales