sábado, 21 de septiembre de 2019

Lluvia.


-¿Sabías que un hombre puede morir bajo la lluvia?

-Eh… sí, supongo que sí…

-Pero yo no digo de frío ni de enfermedades…

-¿No?

-No.

-¿Y entonces?

-Entonces piensa… ¿no se te ocurre cómo?

-Pues no sé… ¿ahogado?

-No… Además, yo digo por efecto directo de la lluvia, no a raíz del agua acumulada…

-No te entiendo…

-Me refiero a morir bajo la lluvia, debido al golpe del agua… al desgaste que ella provoca…

-¿Se puede morir así…?

-Claro… casi todos la ven inofensiva, pero una gran lluvia podría matar a una persona… Solo es necesario el golpe constante del agua por un tiempo determinado…

-¿Cuánto tiempo?

-Varía, dependiendo de la intensidad de la lluvia y de lo quieto que esté quien la recibe… ¿acaso no sabes que la lluvia ablanda las cosas duras?

-¿Ablanda las cosas duras?

-Claro… acaso no la ves caer en la tierra y ablandarla…

-Pero las rocas no se ablandan…

-Se ablandan y se socavan, esa es la verdad… aunque todo depende del tiempo y la intensidad de la lluvia.

-¿Y un hombre?

-Un hombre con mayor razón… es menos duro que una roca, si lo piensas… incluso su cabeza…

-…

-Es agua cayendo simplemente, sobre un hueso esférico, con cinco agujeros…

-Pues no sé… entiendo lo que dices, pero lo cierto es que sigue sin parecerme posible…

-Lo que pasa es que te niegas a verlo de esa forma… crees que eres más fuerte que la lluvia…

-No es eso…

-Lo es. Confías demasiado en tu cabeza, como todos los hombres… pero un día…

-No es eso, ya te lo dije.

-De acuerdo... Dejémoslo así… Además, parece que ya va a comenzar…

-¿La lluvia?

-Sí, la lluvia.

-Tienes razón, mejor vamos afuera.

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