lunes, 27 de agosto de 2018

No tengo partes.


No tengo partes.

Nadie tiene partes.

Cualquiera que diga tener partes está mintiendo.

Ni siquiera admito que aquel que diga eso, se desconozca.

Quien diga que tiene partes está mintiendo.

Lo digo porque sé.

Por propia experiencia.

Y es que yo era de esos antaño.

De esos que mienten, me refiero.

De esos que dicen que una parte les duele, que una parte extraña, que una parte se enamoró de alguien.

Pura mierda, en el fondo.

Yo lo sospechaba, hasta que lo comprobé.

Me corté un meñique, en principio.

El de la mano izquierda.

No sangró tanto como hubiese pensado.

Se detuvo como a los diez minutos.

Yo seguía siendo yo y aquello que saqué de mí había pasado a ser una cosa.

No me corté una parte, entonces.

Yo seguía siendo yo.

No me faltaba nada.

Guardé aquello que pensaba había sido mío y se secó al poco tiempo.

Era una cosa más, sobre el escritorio.

Un gato se lo comió, finalmente. Y no me dolió en lo más mínimo.

Es mentira que tengamos partes.

Eso le dije a ella y no entendió.

Dijo que amaba una parte de mí.

Yo me reí de inmediato.

De ella. De su forma de amar. De su ignorancia.

Le corté también un meñique, para explicarle, pero no entendió y me denunció desesperada.

Corrió con su dedo al hospital como si llevase un hijo.

Lo llevaba en un vaso lleno de agua, como una flor, o como un pez que se hubiese ganado en una feria.

La policía me detuvo y me llevaron a juicio.

Intenté explicarme.

La jueza dijo que una parte de mí no estaba sana.

Yo intente explicarle que no tenía partes.

Varias veces intenté explicarle.

Ella me amonestó por interrumpir sus palabras.

Sentí que se burlaba.

Que fingía no comprender.

Que me juzgaba a mí porque no sabía comprender el mundo.

Entonces me ingresaron en aquel lugar.

Otro interno me entendió y se quiso arrancar la nariz.

Nunca volví a verlo.

Yo me corté otro dedo en una demostración, pero nada más.

Después de todo yo ya había comprendido.

Nadie tiene partes, les digo, cuando me piden que explique lo que siento.

Esto soy yo.

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