viernes, 17 de agosto de 2018

Ella encontró una rana.


I.

Ella encontró una rana, rondando por su casa.

Era una rana común, pero llevaba puesta una especie de chaqueta roja.

Tal vez era la chaqueta de algún muñeco, que alguien había intentado cambiar de lugar.

Le llevó dos horas atrapar a la rana sin tener que tocarla, directamente, con sus manos.

Logró meterla en una caja y la llevó hasta su cuarto, donde se dedicó a observarla.

Se durmió así, observando a la rana, que vestía una chaqueta roja.


II.

Antes de dormirse, pensó varias veces en la leyenda esa de la rana príncipe.

Incluso consideró besar a la rana, pero finalmente se acobardó.

Pensó que alguien quería jugarle una broma y la estaban filmando de lejos.

Por eso se durmió, sin más, junto a la rana, que vestía una chaqueta roja.

Se veía bonita, vestida así, aunque no era natural.


III.

Al despertar no encontró a la rana.

Encontró eso sí, para comprobar su historia, un par de fotos en el celular.

Tras buscar en la casa, descubrió la chaqueta roja, en el pasto del jardín.

La recogió con cuidado, como si se tratase de algo vivo.

Borró las fotos de la rana y besó suavemente la chaqueta.

Intentó dormirse nuevamente, con la chaqueta bajo la almohada, pero no lo logró.

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