sábado, 26 de julio de 2014

Una angustia innecesaria.


Una de las angustias innecesarias me inunda siempre al pensar en el tiempo. Aunque claro, no en el tiempo, precisamente, sino en la imposibilidad que tenemos para captar la totalidad del tiempo. Es decir, la idea de infinito. La sensación es ridícula porque se manifiesta como una angustia en el pecho. Igual que esa que sientes cuando te abandona la chica que quieres o sueñas que se muere un hijo. Una puñalada casi, un vértigo amargo en el que caigo siempre por descuido, porque se me ha olvidado lo que producen en mí esos pensamientos y me aventuro a pensarlos desde la ingenuidad de ese olvido. Y claro, no dejo de caer en esa angustia y hasta siento esa pérdida de sentido de mucho de aquello que nos rodea. Como si nos pasásemos toda la vida intentando caminar por la cuerda floja y de pronto descubriéramos que ninguno de sus extremos se encuentra atado a ningún sitio. Aunque claro, solo sabiéndolo como ejercicio del pensamiento porque ni siquiera podemos ver aquellos extremos. Así, la angustia y el absurdo me hacen percibir mi propia existencia de una forma extraña, más simple si se quiere. Entonces, me siento algo así como una planta, o como una piedra, o como cualquier otro ser o cosa que consideramos incapaz de entender enteramente lo que nosotros consideramos el mundo. De esta forma, pienso entonces, deben también existir un montón de cosas que van más allá de nosotros, igual como algunas ideas van más allá de las plantas y ciertas sensaciones más allá de las piedras. Por lo mismo, concluyo –y eso a veces disminuye la angustia-, no vale la pena preocuparse por ello. Ni mucho menos angustiarse. Eso al menos le diría la planta, o a la piedra, si sintieran que mi mundo les es inaccesible. Disfruten el calor, el agua… aunque sea absurdo. Disfruten la paz que brinda el poder desechar el conocimiento porque no resuelve ninguna gran pregunta. Eso les diría aunque sé que no soy el mejor ejemplo y aunque esa paz, por lo general, me resulta inaccesible. Otra angustia innecesaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales