Como dejé de ordenar concientemente la biblioteca
hace algún tiempo, resulta que hoy en día la ordeno sonámbulo.
Mi hijo que vino a buscar algo a estos cuartos, de
madrugada, me lo confirmó.
Al parecer yo cambiaba de lugar los libros y los
hojeaba un poco, luego volvía a ponerlos en su ubicación original.
De vez en cuando, también, mientras ordenaba, olía
entre las hojas.
Le dije a mi hijo que me lo confirmara así que hizo
lo mismo la madrugada siguiente y me sacó una foto.
Debo confesar que me asusté, cuando la vi.
Sin embargo mi hijo se reía, mientras me contaba, y
me decía además que no me preocupara, que seguía siendo yo mismo, cuando estaba
sonámbulo.
Entonces, yo le pregunté a qué se refería con lo de
seguir siendo yo mismo.
A eso po,
me dijo.
Yo insistí con la pregunta.
Él se lo pensó un poco.
Tomar los libros
con cuidado… olerlos… dijo él.
Igual que
antes.
Yo lo escuché y preferí no decir nada.
Al final, él prefirió cambiar el tema y fuimos a
prepararnos algo para comer.
Luego vimos un par de capítulos de una serie de
animación.
Algo me inquieta y me tranquiliza al mismo tiempo.
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