sábado, 5 de abril de 2014

Un chiste tan fome.



I.

-Me contaron un chiste tan fome que se parecía a la vida.

-¿A la vida de quién?

-No sé, a la de todos, supongo… la vida no es de nadie.

-…

-…

-¿No vas a contarlo?

-No. Ya te dije que es fome.

-…

-…

-Puta. Me cagaste el texto.


II.

-El otro día me puse a contar las palabras que conozco.

-…

-Sé que es hueón, pero tenía tiempo.

-…

-No me vas a creer, pero llegué a contar doce mil.

-…

-Tuve dudas con algunas, en especial formas verbales.

-…

-¿Será correcto contar los deícticos como palabras?

-…

-¿No quieres hablar o te molesta que te hable?

-No. No especialmente.


III.

-De chico leía los chistes de forma desordenada… Me acuerdo que recortaba viñetas de las revistas Condorito y armaba chistes nuevos, algo absurdos…

-¿Con el “Plop” al principio, por ejemplo?

-Sí. Eso por ejemplo. De hecho me acuerdo que una vez armé un chiste con una cadena de Plops.

-¿Cómo “una cadena”…?

-Así po… un personaje se caía, otro miraba y luego también se caía… cada vez con un “Plop” de por medio…

-Ah.

-¿Pero entendiste…?

-Sí. Claro que entendí.

-…

-…

-¿No lo encuentras chistoso?

-No.


IV.

-Estaba pensando en los chistes esos que terminan con Plop.

-¿Y?

-No sé… estaba pensando si los personajes se caían voluntaria o involuntariamente…

-¿Cómo?

-Es que no sé… tengo la impresión que esos personajes simplemente se dejaban caer, junto con el Plop…

-¿Físicamente dices tú?

-Claro… digamos que se trata de un Plop físico, no de un Plop espiritual.

-…

-…

-…

-¿Tienes hora?

-No.

-…

-…

-¿Plop?

1 comentario:

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales