I.
Estoy sentado
en Plaza Ñuñoa leyendo un libro. Alguien se me acerca.
-Disculpe, pero usted desequilibra la foto –me dice.
-¿Qué foto?
-La que intento sacar, hace rato, pero usted desequilibra
todo si se queda en este sitio.
-Pero si me he estado moviendo todo el rato,
prácticamente…
-Pero siempre hacia sectores en que desequilibra la
composición… ¿no podría cambiar de posición, por favor?
-¿Si me cambio, su foto va a salir equilibrada?
-Claro. Eso le decía.
-Entonces no. Me quedo donde estoy. Es una cuestión
de principios.
II.
Diez minutos después.
-Disculpe, creo que no le expliqué de forma
correcta hace un rato… Es que sabe… intento sacar una foto… una composición
equilibrada, digamos…
-Lo explicó claramente, no se esfuerce.
-Lo sé, pero quizá no utilicé el tono adecuado y
quizá usted por eso…
-Utilizó el tono adecuado, de verdad no se preocupe.
-Entonces, ¿podría moverse un poco para equilibrar
la foto? No quisiera molestarlo, pero necesito enfocar ese sector, tras el
banco en que se encuentra…
-Enfóquelo si quiere, por mí no hay problema. Pero
no voy a moverme de este sitio.
-Pues tendrá que hacerlo en algún momento.
-Sí, quizá sí… pero puede usted esperar.
-¿Le molesta algo que dije… la forma en que actué
hace un rato?
-No, ya le dije que no se preocupara. Si hasta me
cae bien.
-No lo comprendo.
-No importa. Nadie se comprende. Al menos usted es
honesto…
III.
Diez minutos
más.
-Disculpe… ¿puedo ofrecerle dinero?
-Puede, pero ¿por qué?
-Por cambiarse de sitio, para poder sacar la foto.
-Pero yo no me he cambiado de sitio.
-No, pero podría pagarle si lo hace…
-Mmm…
-¿Qué me dice?
-¿Me pide usted que escoja entre el desequilibro y
el dinero?
-Sí… Exacto.
-Pues no se moleste. No me atrae el dinero.
-Pero el dinero podría ayudarlo a usted y usted me
ayudaría cambiándose de sitio.
-No me ayudaría tanto… es que sabe… soy muy frugal.
IV.
Media hora
después el fotógrafo seguía esperando y debo reconocer que me dio un poco de
lástima. Por lo mismo decidí cambiarme de sitio. Y me olvidé por un momento de
mi asco por el equilibrio.
-¿Aquí está ben? –pregunté.
-Creo que sí, deje preparar la imagen…
-¿Y?
-Mmm… No, sigue desequilibrando la imagen… ¿podría
sentarse en esa banca de la izquierda?
-De acuerdo.
-…
-…
-¿Ya?
-Casi.
-…
-…
-¿Ahora?
-Es extraño, sabe… pero donde se coloca usted
desequilibra la imagen…
-¿Soy algo así como el hombre desenfocado, de la
película de Allen?
-Mmm… no sé… dígale así si quiere…
-…
-…
-¿Quiere que me vaya para que pueda sacar la foto?
-Me da pena pedírselo… pero si fuese usted tan
amable.
-Intentaré serlo.
-Muchas gracias.
- Pues ahora mismo me salgo, y hasta termino el
texto incluso para que no se haga tan tarde…
-Bien pensado.
-Muchas gracias.
Etc.
clap clap clap (aplausos) no por irte, sino por creativo y gracioso!
ResponderEliminargracias y saludos, peor lo relí y lo encontré horrible. tal vez el sueño... :)
ResponderEliminarsaludos.