viernes, 16 de noviembre de 2012

La matriz espiritual.


I.

F me dice que en alguna parte debe existir una matriz espiritual.

Y claro, yo le pregunto qué mierda quiere decir una matriz espiritual.

-¿De verdad no sabes? –pregunta.

-No –digo yo.

Él me mira entonces con una expresión seria.

-Es decir… me hago una idea –explico-. Lo que pasa es que prefiero una definición precisa.

Él vuelve a hacer una pausa.

Luego contesta con una única frase.

-Es algo contundente y puro -dice.

Luego se va.


II.

F siempre ha sido extraño.

De hecho, es una de las pocas personas que puede sorprenderme, con alguna acción.

Hoy mismo, por ejemplo, antes de que empezase con el asunto aquel de la matriz espiritual, él me estaba contando  de un hombre que sacaba melodías con un serrucho en una calle céntrica.

-M gustaría aprender a hacer eso –había dicho F.

-¿Tocar melodías con un serrucho en una calle céntrica? –le pregunté.

-No –señaló-. Me gustaría poder contar de buena forma que vi a un hombre que sacaba melodías con un serrucho, en una calle céntrica.


III.

Cuando se lo pregunté, F me explicó que para él, contar de buena forma alguna situación, significaba retroceder hasta un punto anterior al suceso, donde existiría una huella sensible anterior al hecho concreto que narramos.

-¿Te refieres a que el suceso se origina a partir de algo anterior, que existe en un sujeto? –le pregunté.

Él lo negó.

Luego respondió de una forma extraña.

-Cuando escuché al hombre tocar melodías con un serrucho algo en mí se activó. Entonces, comencé a llorar como si las melodías creadas hubiesen encajado perfectamente en una huella sensible que existía antes al interior mío.

-¿Cómo si alguien hubiese dejado esas huellas desde antes? –le pregunté entonces.

-No –contestó-. Como si alguien hubiese ejercido presión y esas huellas fueran fruto tardío de esa fuerza…

-¿No hay otra forma de decirlo?

-Sí –aceptó-. Grietas que descubrimos cuando la sensación producida por una melodía tocada en un serrucho, es llenada completamente y podemos llorar incluso, al sentirnos comprendidos.

Por último, F me dice que en alguna parte debe existir una matriz espiritual.


IV.

Cuando F definió a la matriz espiritual como algo contundente y puro, yo sentí que él había dicho algo verdadero.

Por lo mismo, no me molestó que se fuera, así como lo hizo, pues sentí que me había dicho ya todo lo que podía decir, respecto a ese tema.

Quizá no podría verbalizarlo, es cierto, pero sentí que había entendido…

Y claro: eso era lo importante, me dije.

Luego me fui de aquel lugar.

2 comentarios:

  1. Metería a ese F en mi cama sin pensármelo dos veces.
    Quien és conocedor de la pureza tiene mil sombras detrás que queremos corromperle.
    Y eso no es del todo justo.



    Me ha gustado tu blog, te sigo

    ResponderEliminar
  2. Gracias.
    Le daré el dato a F, quien por lo demás cree aún en la justicia.

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales