domingo, 5 de enero de 2025

Tres hombres cargan madera.


I.

Tres hombres cargan madera.

Yo los observo a lo lejos mientras decido anotar lo que observo.

Y claro, es entonces cuando verdaderamente escribo “Tres hombres cargan madera”.

Y luego lo vuelvo a escribir, para explicar.


II.

No siempre lo sabes, pero lees lo que observas, cuando observas.

Todo se transforma en signo, cuando te detienes a mirar.

Y es entonces cuando te acercas un poco a entender lo que ocurre.

Solo un poco, por cierto. No cantes victoria.

Comprender es otra cosa.


III.

Una vez, si te acuerdas, percibiste aquello de una forma más sensata.

Ocurrió justamente en esta zona, de forma accidental.

No fue cuando viste las lamentaciones de Ur expuestas en el Louvre.

Eso fue, a fin de cuentas, otro invento.

Lo que ocurrió, de hecho, fue dicho así, de forma breve:

El hambre hace milagros.


IV.

Cargan madera esos tres hombres, observaste.

Pero no aprovechaste ese momento para acercarte a la verdad.

Es solo una impresión, por supuesto, pero la anoté igualmente como si fuese un hecho.

Puede que me complique, admití, pero al menos insisto.

Tú, entonces, te mostraste molesta y guardaste silencio.

Y yo, para evitar conflictos, consideré que era mejor tachar lo escrito.

Auqnue luego lo escribí peor.

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