miércoles, 4 de septiembre de 2024

Viene a ser lo mismo.


I.

-Viene a ser lo mismo -me dijo.

-¿Quién viene? -pregunté.

-Nadie… Solo decía que aquello viene a ser lo mismo.

-¿Lo mismo que quién? -pregunté ahora.

-No importa… -contestó-. Si viene a ser lo mismo probablemente solo sea necesario conocer uno de los extremos.

-¿Qué extremos? -insistí.

Esperé su respuesta un par de minutos.

Pero no me contestó.


II.

-No lo hago por joder, sabes -dije entonces.

-¿Qué cosa? -me preguntó.

-Pedir aclaración sobre tus observaciones.

-De acuerdo -señaló-. Probablemente sea cierto.

-¿Qué quieres decir con probablemente? -dije entonces.

-¿Estás bromeando?

-No. Ya sabes que hablo en serio -le lancé, molesto.

-Es cierto -comentó-, ya me habías dicho que no lo hacías por joder.

Analicé un momento sus palabras.

-¿Por qué lo dices con ese tono? -pregunté entonces.

-Simplemente porque debía emplear alguno… -contestó- Si quieres puedo decirlo nuevamente en otro tono.

-No es necesario -le dije.


III.

-De igual forma viene a ser lo mismo -me dijo, luego de un rato.

Yo iba a preguntar algo, pero se apresuró a detenerme, con un gesto.

-Es solo una observación simple -agregó-. El principio y el fin, ya sabes… tienes que dejarlos venir.

-…

-Un hecho tras otro -siguió-. Es simple. Esa es la naturaleza de las cosas.

-¿La naturaleza de las cosas -pregunté entonces, sin poder contenerme.

-Sí -contestó riendo-. La naturaleza de las cosas… Viene a ser lo mismo, ¿no crees?

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