domingo, 21 de julio de 2019

Nevó. Un poco. En la montaña.


Nevó. Un poco. En la montaña.

Yo estaba. En la montaña. Cuando nevó.

Caminando. Estaba yo. En la montaña.

La nieve. Al caer. Me detuvo.

Observé entonces. Nevar. En la montaña.

Mis ropas. Se mojaron. Por la nieve.

Y mi cuerpo. Se mojó. Por mis ropas.

Tuve frío. Mojado. En la montaña.

Además. El viento. Comenzó.

Busqué. Refugio. Bajo un árbol.

Tarde busqué. Refugio. Bajo un árbol.

Tiritaba. Bajo el árbol. En la montaña.

Me movía. En mi lugar. Bajo el árbol.

Dos horas. Pasaron. De esa forma.

A lo lejos. Un zorro. Pasó.

Blanca. Se volvía. La montaña.

Y el viento. No dejaba. Entender bien.

Para qué. La nieve. En la montaña.

Para qué yo. Y por qué. Bajo la nieve.

Otra hora. Pasó. Mientras pensaba.

Me movía. De un árbol. Hasta otro.

Dolía. En el pecho. El corazón.

Por frío. Tal vez. Dolía el corazón.

Mis pisadas. En la nieve. Se borraban.

Nada son. Mis pisadas. En la nieve.

No rogué. A nadie. Por ayuda.

La nieve. Se detuvo. Por sí sola.

Dos horas. Caminé. Sobre la nieve.

Dos horas más. Decía. Caminé.

A oscuras. Llegué luego. Hasta una calle.

Un auto. Me trajo. A este Hospital.

La nieve. Tan blanca. En la montaña.

La vida. Tan extraña. Y para qué.

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