viernes, 28 de junio de 2019

Cortando árboles.


Pasaron de la municipalidad cortando árboles.

Pero no diré: ¡Oh, pobres árboles…!

Me limitaré a los hechos:

Se bajaron tres hombres, con overoles.

Dos de ellos tenían motosierras.

Varios vecinos salieron a grabar, con celulares.

Otros tocaron las bocinas, en forma de protesta.

Al parecer decían que dos de esos árboles ya estaban muertos y que el otro había crecido demasiado, y las raíces estaban rompiendo el pavimento.

En un negocio, donde compro pan, dos señoras hablaban con el vendedor contándole que habían llamado a un matinal.

Pero ya había terminado la hora del programa, dijeron.

Y tras escuchar el problema, según contaron, no les pusieron mucha atención.

Ellos podrían haber hecho algo, agregaron.

Cuando regresé a casa ya habían cortado un árbol.

Era uno de los que al parecer estaban muertos.

Ahora comenzaban a cortar el segundo.

Todavía sonaba de vez en cuando alguna bocina, pero dejaron de hacerlo poco después.

Llegó una camioneta, entonces, para reunir los restos y llevárselos.

Luego se fue y volvió vacía, para repetir las acciones.

Antes de cortar el tercer árbol uno de los hombres sacó un termo y vasos plásticos, y tomaron algo.

Otro fue hasta el negocio y compraron algo de comer, para acompañar.

Vi que alguien increpaba al dueño del negocio, supongo que por haberles vendido.

Vienen al país a quitarnos los árboles, dijo alguien que pasó junto a ellos, fijándose en que dos, al menos, parecían extranjeros.

Los hombres siguieron su trabajo y cortaron el tercero.

Luego guardaron sus cosas y pegaron en los postes unos documentos informativos, sobre la situación.

Oscurecía, cuando se fueron.

Poco después la selección de fútbol jugaba por televisión.

No diré: ¡Oh, nuestra gran selección…!

Pero señalaré al menos que ganaron por penales.

Volvieron entonces a escucharse las bocinas.

Se notaba el festejo, en el lugar.

Es raro, pero no sé que ocurre con las raíces del árbol que estaba vivo, porque no fueron arrancadas.

Pero claro, no diré: ¡Oh secretas raíces…!

Y dejaré mejor de aburrirlos con todo esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales