martes, 21 de mayo de 2013

Dime algo que no sepa.



-Estás cada vez más cerca de darte por vencido –me dijo.

-Tu biblioteca es un caos –me dijo.

-Si sigues poniendo como excusa el corazón de los otros no conseguirás nada –me dijo.

-Hoy sientes que el tiempo te hace daño –me dijo.

-Tienes el corazón amargo –me dijo.

-Tienes vergüenza de comenzar a llorar y  también de dejar de hacerlo –me dijo.

-Quieres estar en otro sitio –me dijo.

-Eres un cobarde –me dijo.

-Prefieres dar la vida que cuidarla –me dijo.

-Das saltos cuando duermes por las noches –me dijo.

-Perdiste la fe –me dijo.

-Nadie va a salvarte –me dijo.

-Esperas demasiado de los otros –me dijo.

-Te angustia no saber –me dijo.

-Hasta el trabajo que amabas pierde su sentido –me dijo.

-Sientes que no puedes cambiarlo –me dijo.

-Te quemaste por dentro –me dijo.

-Has vuelto a bajar la vista –me dijo.

-Te haría bien una última renuncia –me dijo.

-No cocinas hace tiempo –me dijo.

-Escribes aguantando la respiración –me dijo.

-Hace años que no tienes un día sin cosas pendientes –me dijo.

-Te has bajado de ti mismo –me dijo.

-Te has quedado solo –me dijo.

-Tus libros se secan como plantas –me dijo.

-Te has llenado de vidrios –me dijo.


-Dime algo que no sepa –dije yo, entonces.


-Te equivocas –me dijo.

-Vonnegutt besará tu frente, esta noche.

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