jueves, 10 de noviembre de 2011

Los marcianos no existen.

.

A pesar que soy amigo de varios
puedo afirmar rotundamente
que no existen los marcianos.

Ellos, además,
tampoco dudan,
pues han aprendido
que su existencia
es absurda e innecesaria
como los encrespadores de pestañas.

Ahora bien,
no faltará el individuo
que buscará mediocres argumentos
para probar lo contrario
y alegará encrespador en mano
que yo me equivoco
y que no acierto mis palabras…

¡Pobre individuo…!

¡Ingenuo individuo…!

¡Que lo abduzcan los marcianos…!

Y es que nunca he perdido
una discusión al interior
de mis propios textos,
y toda incerteza
o incomodidad
viene a ser de esta forma
verdad irrefutable
si a mí se me antoja.

De hecho,
eso hablaba el otro día,
con un marciano que cultivaba flores
al interior de un sombrero mexicano.

Él no tenía voz,
pero hablaba lindo
y podías verlo
en completa tranquilidad,
con el mismo agrado que transmite
el olor de las manzanas verdes.

Así,
sucede a veces que estos seres
comienzan a rodearte en silencio,
aunque verlos resulta tan poco amenazante
y tan íntimo
que nunca dejas realmente
de estar solo.

Lo malo,
por otro lado,
es que como no tengo sombrero mexicano
al final tampoco tengo flores,
y entonces no hay belleza
ni desesperación
ni marciano alguno.

Y claro…
es entonces cuando me quedo
frente al encrespador olvidado
en la sala de clases
y todo parece sumido en una pausa
que hipnotiza.

Debo tener el corazón en pausa,
concluyo.

La vida en pausa.

¡Y por si fuera poco…
los marcianos no existen!

1 comentario:

  1. BIITTU GGGUGLGOOO SSSHUUE E EHH OOOOHHHH
    SIIIIS S UU GLU GU E5 6674TRRTTTT...
    ¡ehtas viiiivo
    ¿ no ¿
    pues eso ....
    y disfruta glu glu ooo bip bip iiii

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