“No creas en la verdad.
La verdad es diminuta comparada
con las cosas que aún tienes que hacer.”
Leonard Cohen.
.La verdad es diminuta comparada
con las cosas que aún tienes que hacer.”
Leonard Cohen.
-¿Cómo quieres que se llame?
-Isabella.
-¿Y qué quieres que haga?
-Quiero que camine por un bosque, como esos de los cuentos…
-¿Esos en que los personajes se pierden?
-Sí, pero no quiero que se pierda.
-¿Y entonces?
-Quiero que pueda perderse, o que se pierda a ratos… pero que no se pierda.
-¿Y quieres que se encuentre con un lobo?
-Mmm… según…
-¿Según qué…?
-Según si es una historia para los demás o solo para mí.
-¿A qué te refieres?
-A si la van a oír los demás o solo es para mí.
-¿Y por qué sería distinto, si es tu historia?
-Porque si es para los otros va a ser fome sin un lobo…
-¿Pero para ti…?
-Para mí está bien sin lobo.
-Entonces dejémosla así.
-¿Y puede ser linda Isabella aunque no recoja flores…?
-Claro…
-¿Pero sin que recoja nada?
-No entiendo…
-Que si puede ser que Isabella solo camine por el bosque y que nos demos cuenta que es bella sin que tenga que hacer nada…
-Pero igual va a caminar.
-Claro, pero caminar no más… no saludar a los pájaros, ni recoger flores, ni suspirar… ¿se puede hacer eso?
-Sí, creo que sí… pero no sé si depende de la historia…
-¿Y de qué depende?
-Eh… no sé, del lector quizá…
-Pero si no hay lectores, de quién depende…
-No te entiendo bien…
-¿Puede depender de Isabella?
-¿Cómo…?
-Que sería lindo que dependiera de ella misma…
-¿Lo de ser linda...?
-Sí, y lo de ser feliz también.
-¿Quieres que ella sea feliz, entonces?
-Sí… pero poquito…
-¿Cómo “poquito”?
-O sea, no poquito, pero no todo el rato…
-¿Que llegue al final a ser feliz?
-Mmm… no, tampoco es eso…
-¿Y entonces?
-Que pueda ser feliz… y que ella se dé cuenta de eso… sí, puede ser eso…
-Creo que entiendo… ¿pero y el final?
-¿Ya llegamos al final?
-No… pero querría saber, ¿cómo quieres que sea el final?
-¿El final de Isabella?
-Claro… o sea del cuento de Isabella…
-Espera… no le digas cuento que suena feo…
-¿La palabra “cuento” no te gusta?
-No. No me gusta, suena como a mentira…
-Pero tú misma hablabas sobre los bosques de los cuentos…
-Sí, pero de los bosques… Isabella no es el bosque… eso es absurdo…
-¿Por qué?
-Porque sería como si Isabella se perdiera en Isabella…
-Pero no suena mal eso.
-¿Isabella perdida en Isabella?
-Claro, podría ser un buen título.
-Suena bien, pero no sería verdad… además el título me gustaría que estuviera luego de todo lo demás…
-¿Luego del final?
-Mmm… sí… o sea, si hay final…
-¿A qué te refieres?
-A que las sensaciones no tienen final, solo se transforman en otras cosas… permanecen de otra forma…
-¿Entonces Isabella sería algo así como una sensación?
-Tal vez… pero no es eso no más… ¿te imaginas?
-¿Qué cosa?
-Si fuera una sensación…
-No te entiendo…
-Escucha: “Había una vez un bosque por donde avanzaba una sensación. Y esa sensación se llamaba Isabella…” ¿te imaginas algo así…?
-Claro, y podría decir luego: “E Isabella avanzaba por ese bosque donde no había un lobo…”
-No…
-¿No qué?
-No puedes detenerte a decir lo que no hay… eso es de cobardes, y además es un camino del que no se sale…
-¿Por qué?
-Por que habría que decir luego que en ese bosque tampoco había brujas, o tigres, u osos y luego querríamos pasar una a una por las cosas que tememos, y eso nunca tiene fin…
-¿Por qué no tiene fin?
-Porque siempre le tememos a otras cosas.
-¿Y entonces tú dices que no hay que temer?
-No digo eso…. Temer o no temer no se escoge, pero nombrarlo sin necesidad a veces es llamarlo… y comienza a existir entonces.
-Sí… puede que tengas razón…
-…
-Pero… ¿y el final? No es que no pueda no haber, pero… ¿qué sucedería con Isabella…?
-¿Me preguntas si Isabella muere o no muere?
-No, pero…
-Porque si es eso resulta absurdo preguntarlo… Isabella puede morir, igual que nosotros, no podemos hacer nada con eso, y por eso tenemos que hacer la historia…
-No entiendo bien…
-Que tenemos que hacer vivir a Isabella justamente porque va a morir…
-¿Y no es que vaya a morir porque nosotros la hacemos nacer?
-Las sensaciones ya son desde antes, o ya nacieron o no son, y cuando nos damos cuenta que existen tenemos que hacer algo con ellas…
-¿Hacerlas vivir, dices tú?
-Sí, hacerlas avanzar por un bosque, porque puede haber un final…
-¿Puede haberlo aunque no haya lobo?
-Sí, porque Isabella avanza, y porque pasa el tiempo y a veces no se ve en el bosque…
- ¿Y si la dejamos quieta?
-¿Cómo…?
-¿Qué pasa si dejamos a Isabella sin avanzar en el bosque… y que no pase el tiempo y no oscurezca…?
-¿Crees que eso es darle vida…? Eso es hacer que muera antes de tiempo, que acepte morir antes para evitar que avance… sería como hacer una ilustración única…
-¿Y no tendría imágenes la historia entonces?
-No es el punto… pero si tuviese me gustaría que fueran como de esos libros donde se movían cosas…
-¿Y qué Isabella fuese algo así como un personaje que se moviera por un camino?
-Sí… pero más todavía, porque si es sensación se debiese mover todavía más libremente…
-…
-¿Por qué te quedas en silencio? ¿Te lo estabas imaginando…?
-Sí… pero también pensaba que sería triste un final…
-¿Aunque haya vivido antes…?
-Sí… sé que uno debiese pensar en otras cosas, ¿pero no te entristece que el final sea la muerte…?
-El final de las cosas sí, pero no de las sensaciones…
-Pero seamos un poco más concretos… ¿acaso no tienes miedo o tristeza de que incluso nosotros podamos morir? ¿O que les llegue e final a aquellos que nos rodean…?
-¿Te refieres a que yo puedo morir…?
-Claro, pero no solo tú…
-Sí, pero ¿quién decidiría eso?
-¿Quién decide que nosotros tengamos un final?
-Sí… yo creo que no sabes.
-Claro que no sé… ¿acaso sabes tú?
-Yo creo que sí…
-¿Crees que sabes quién decide sobre nuestro propio final?
-Sí, pero es un secreto…
-¿Y no podrías decírmelo?
-Sí, podría… pero quizá te sonaría absurdo…
-¿Por qué…? ¿Acaso me hablarás de Dios y esas cosas…?
-No… yo creo que es más sencillo… y que el final lo terminas decidiendo tú mismo.
-…
-Puede ser una buena o mala decisión, pero algo hay en uno que apresura ese final… y no siempre es algo que niegue a la vida… por eso no debiese ser triste…
-Pero entonces estarías afirmando lo que hace un rato negabas…
-¿Qué cosa?
-Qué Isabella está perdida en Isabella…
-Sí, puede que ahora sea así, pero eso solo porque Isabella ahora es otra Isabella… acuérdate que es una sensación…
-…
-¿Acaso no crees que es lindo ser una sensación y tener la posibilidad de transformarnos interiormente mientras avanzamos?
-Sí… pero…
-Pero nada… no discutas con las sensaciones, y pensemos mejor en que al terminar esta historia la habremos pasado transformada y alguien más tendrá a Isabella…
-¿Y serán buenos con ella? ¿Sabrán que es linda aunque no recoja flores…?
-Sí… yo creo que sí. Sinceramente creo que sí.
-Isabella.
-¿Y qué quieres que haga?
-Quiero que camine por un bosque, como esos de los cuentos…
-¿Esos en que los personajes se pierden?
-Sí, pero no quiero que se pierda.
-¿Y entonces?
-Quiero que pueda perderse, o que se pierda a ratos… pero que no se pierda.
-¿Y quieres que se encuentre con un lobo?
-Mmm… según…
-¿Según qué…?
-Según si es una historia para los demás o solo para mí.
-¿A qué te refieres?
-A si la van a oír los demás o solo es para mí.
-¿Y por qué sería distinto, si es tu historia?
-Porque si es para los otros va a ser fome sin un lobo…
-¿Pero para ti…?
-Para mí está bien sin lobo.
-Entonces dejémosla así.
-¿Y puede ser linda Isabella aunque no recoja flores…?
-Claro…
-¿Pero sin que recoja nada?
-No entiendo…
-Que si puede ser que Isabella solo camine por el bosque y que nos demos cuenta que es bella sin que tenga que hacer nada…
-Pero igual va a caminar.
-Claro, pero caminar no más… no saludar a los pájaros, ni recoger flores, ni suspirar… ¿se puede hacer eso?
-Sí, creo que sí… pero no sé si depende de la historia…
-¿Y de qué depende?
-Eh… no sé, del lector quizá…
-Pero si no hay lectores, de quién depende…
-No te entiendo bien…
-¿Puede depender de Isabella?
-¿Cómo…?
-Que sería lindo que dependiera de ella misma…
-¿Lo de ser linda...?
-Sí, y lo de ser feliz también.
-¿Quieres que ella sea feliz, entonces?
-Sí… pero poquito…
-¿Cómo “poquito”?
-O sea, no poquito, pero no todo el rato…
-¿Que llegue al final a ser feliz?
-Mmm… no, tampoco es eso…
-¿Y entonces?
-Que pueda ser feliz… y que ella se dé cuenta de eso… sí, puede ser eso…
-Creo que entiendo… ¿pero y el final?
-¿Ya llegamos al final?
-No… pero querría saber, ¿cómo quieres que sea el final?
-¿El final de Isabella?
-Claro… o sea del cuento de Isabella…
-Espera… no le digas cuento que suena feo…
-¿La palabra “cuento” no te gusta?
-No. No me gusta, suena como a mentira…
-Pero tú misma hablabas sobre los bosques de los cuentos…
-Sí, pero de los bosques… Isabella no es el bosque… eso es absurdo…
-¿Por qué?
-Porque sería como si Isabella se perdiera en Isabella…
-Pero no suena mal eso.
-¿Isabella perdida en Isabella?
-Claro, podría ser un buen título.
-Suena bien, pero no sería verdad… además el título me gustaría que estuviera luego de todo lo demás…
-¿Luego del final?
-Mmm… sí… o sea, si hay final…
-¿A qué te refieres?
-A que las sensaciones no tienen final, solo se transforman en otras cosas… permanecen de otra forma…
-¿Entonces Isabella sería algo así como una sensación?
-Tal vez… pero no es eso no más… ¿te imaginas?
-¿Qué cosa?
-Si fuera una sensación…
-No te entiendo…
-Escucha: “Había una vez un bosque por donde avanzaba una sensación. Y esa sensación se llamaba Isabella…” ¿te imaginas algo así…?
-Claro, y podría decir luego: “E Isabella avanzaba por ese bosque donde no había un lobo…”
-No…
-¿No qué?
-No puedes detenerte a decir lo que no hay… eso es de cobardes, y además es un camino del que no se sale…
-¿Por qué?
-Por que habría que decir luego que en ese bosque tampoco había brujas, o tigres, u osos y luego querríamos pasar una a una por las cosas que tememos, y eso nunca tiene fin…
-¿Por qué no tiene fin?
-Porque siempre le tememos a otras cosas.
-¿Y entonces tú dices que no hay que temer?
-No digo eso…. Temer o no temer no se escoge, pero nombrarlo sin necesidad a veces es llamarlo… y comienza a existir entonces.
-Sí… puede que tengas razón…
-…
-Pero… ¿y el final? No es que no pueda no haber, pero… ¿qué sucedería con Isabella…?
-¿Me preguntas si Isabella muere o no muere?
-No, pero…
-Porque si es eso resulta absurdo preguntarlo… Isabella puede morir, igual que nosotros, no podemos hacer nada con eso, y por eso tenemos que hacer la historia…
-No entiendo bien…
-Que tenemos que hacer vivir a Isabella justamente porque va a morir…
-¿Y no es que vaya a morir porque nosotros la hacemos nacer?
-Las sensaciones ya son desde antes, o ya nacieron o no son, y cuando nos damos cuenta que existen tenemos que hacer algo con ellas…
-¿Hacerlas vivir, dices tú?
-Sí, hacerlas avanzar por un bosque, porque puede haber un final…
-¿Puede haberlo aunque no haya lobo?
-Sí, porque Isabella avanza, y porque pasa el tiempo y a veces no se ve en el bosque…
- ¿Y si la dejamos quieta?
-¿Cómo…?
-¿Qué pasa si dejamos a Isabella sin avanzar en el bosque… y que no pase el tiempo y no oscurezca…?
-¿Crees que eso es darle vida…? Eso es hacer que muera antes de tiempo, que acepte morir antes para evitar que avance… sería como hacer una ilustración única…
-¿Y no tendría imágenes la historia entonces?
-No es el punto… pero si tuviese me gustaría que fueran como de esos libros donde se movían cosas…
-¿Y qué Isabella fuese algo así como un personaje que se moviera por un camino?
-Sí… pero más todavía, porque si es sensación se debiese mover todavía más libremente…
-…
-¿Por qué te quedas en silencio? ¿Te lo estabas imaginando…?
-Sí… pero también pensaba que sería triste un final…
-¿Aunque haya vivido antes…?
-Sí… sé que uno debiese pensar en otras cosas, ¿pero no te entristece que el final sea la muerte…?
-El final de las cosas sí, pero no de las sensaciones…
-Pero seamos un poco más concretos… ¿acaso no tienes miedo o tristeza de que incluso nosotros podamos morir? ¿O que les llegue e final a aquellos que nos rodean…?
-¿Te refieres a que yo puedo morir…?
-Claro, pero no solo tú…
-Sí, pero ¿quién decidiría eso?
-¿Quién decide que nosotros tengamos un final?
-Sí… yo creo que no sabes.
-Claro que no sé… ¿acaso sabes tú?
-Yo creo que sí…
-¿Crees que sabes quién decide sobre nuestro propio final?
-Sí, pero es un secreto…
-¿Y no podrías decírmelo?
-Sí, podría… pero quizá te sonaría absurdo…
-¿Por qué…? ¿Acaso me hablarás de Dios y esas cosas…?
-No… yo creo que es más sencillo… y que el final lo terminas decidiendo tú mismo.
-…
-Puede ser una buena o mala decisión, pero algo hay en uno que apresura ese final… y no siempre es algo que niegue a la vida… por eso no debiese ser triste…
-Pero entonces estarías afirmando lo que hace un rato negabas…
-¿Qué cosa?
-Qué Isabella está perdida en Isabella…
-Sí, puede que ahora sea así, pero eso solo porque Isabella ahora es otra Isabella… acuérdate que es una sensación…
-…
-¿Acaso no crees que es lindo ser una sensación y tener la posibilidad de transformarnos interiormente mientras avanzamos?
-Sí… pero…
-Pero nada… no discutas con las sensaciones, y pensemos mejor en que al terminar esta historia la habremos pasado transformada y alguien más tendrá a Isabella…
-¿Y serán buenos con ella? ¿Sabrán que es linda aunque no recoja flores…?
-Sí… yo creo que sí. Sinceramente creo que sí.
me encanto, sinceramente me he quedado con isabella
ResponderEliminarSí, claro que se puede ver que es linda sin necesidad que recoja algo. Excelente "cuento", en especial me parece destacable lo de "Temer o no temer no se escoge, pero nombrarlo sin necesidad a veces es llamarlo… y comienza a existir entonces.", sí, decididamente me gustó esa parte.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarHermoso. Me encantó demasiado...
ResponderEliminarEy!! Soy Isabella.
ResponderEliminarAhora te sigo, pero después quien sabe ja,ja.